El ministerio de Exteriores de Paraguay reclamó a la Argentina por la retención "irregular" de un convoy de 10 barcazas perteneciente a una empresa privada de combustibles sobre la hidrovía Paraguay- Paraná, que comparten ambos países.
El canciller paraguayo, Rubén Ramírez Lezcano, convocó este jueves al embajador argentino en Asunción, Oscar Domingo Peppo, para hacerle saber de la protesta.
"La convocatoria se hizo inmediatamente después de que la empresa Mercurio Group S.A. confirmara que embarcaciones que transportan combustible fueron retenidas por la Prefectura Naval Argentina cuando estaban listas para zarpar hacia nuestro país", indicó la Cancillería en un comunicado.
De acuerdo con Luis Ortega, presidente de Mercurio Goup S.A., la retención de las embarcaciones fue dispuesta por las autoridades argentinas en reclamo del pago de 27.000 dólares en concepto de peaje, para proceder a la liberación.
"El canciller manifestó el malestar del Paraguay ante la situación y ratificó que el cobro de peaje viola claramente acuerdos internacionales e insistió en que se tomarán todas las acciones necesarias para revertir esa situación", señaló la cartera diplomática paraguaya. Y añadió que analiza "otras acciones".
Por su parte, el embajador argentino Peppo aseguró que comunicará a su Gobierno el reclamo.
"Medidas severas"
La empresa que sufrió la retención de sus barcazas en la hidrovía Paraná-Paraguay, Mercurio Group S.A., pidió a las autoridades del país que tome "medidas más severas y firmes" para evitar que se repitan estas acciones por parte de Argentina, a fin de "defender los intereses de nuestro país".
En un comunicado citado por La Nación, la firma sostuvo que, de extenderse este tipo de acciones por parte del país vecino a otras embarcaciones que realicen el transporte de productos y mercaderías a Paraguay, "se estaría causando un perjuicio irreparable, no solo a los empresarios del rubro, sino que a toda la economía nacional".
La hidrovía Paraná-Paraguay es un corredor natural de transporte fluvial de más de 3.400 kilómetros de largo, que se extiende a través de los ríos Paraná y Paraguay, y permite la navegación continua entre los puertos de Argentina, Brasil, Bolivia Paraguay y Uruguay.
En 1969, esas naciones suramericanas firmaron en Brasilia el Tratado de la Cuenca del Plata, a través del cual se acordó promover programas, estudios y obras en áreas de interés común y la adopción de medidas para fomentar la navegación fluvial.
Reclamo argentino
En junio pasado, el gobernador de la provincia argentina de Corrientes, Gustavo Valdés, denunció la detención irregular de un grupo de pescadores en aguas fronterizas del río Paraná, por parte de la Armada paraguaya en territorio nacional, sobre la costa de Punta Ñaró.
Por ese conflicto, Valdés pidió la intervención de la Cancillería al considerar que se trató de "una agresión a la soberanía" de su país.
"Requerimos que terminen estas reiteradas situaciones y que podamos avanzar en una solución pacífica mediante acuerdos alcanzados en reuniones bilaterales para que todos aprovechemos el río, convivamos libremente y cesen los conflictos limítrofes", dijo entonces Valdés en una rueda de prensa.