El canciller de Alemania, Olaf Scholz, en su intervención en el debate presupuestario del Bundestag este miércoles, expresó que el país necesita urgentemente acelerar la afluencia de inmigrantes formados de fuera de la UE para combatir la escasez de mano de obra.
Scholz afirmó que la escasez de mano de obra es un grave reto para Alemania y "el mayor factor de incertidumbre" para las empresas locales. Los ciudadanos esperan "compromisos audaces, trabajo práctico" por el bien del país, añadió. El Estado está haciendo todo lo posible para proporcionar educación y empleo a los residentes en Alemania, pero el país no puede prescindir por completo de los trabajadores del extranjero.
"13 millones de personas empleadas se jubilarán antes de mediados de la próxima década", señaló el canciller, para agregar que, al mismo tiempo, muchos especialistas extranjeros altamente cualificados, como "una enfermera de Georgia o un informático de la India", esperan meses para obtener visados o permisos de trabajo. Por ello, Scholz propuso que la Ley de inmigración cualificada aprobada en 2020 se extienda a todos los sectores para crear "oportunidades sin burocracia".
"Los ciudadanos están cansados de este estancamiento, y yo también", declaró el canciller. El Gobierno federal, las ciudades y los municipios, las empresas y los sindicatos deben trabajar juntos porque solo juntos será posible "deshacerse del moho de la burocracia, la aversión al riesgo y el desánimo que se han instalado en nuestro país a lo largo de los años y las décadas", afirmó.
Además, Olaf Scholz propuso crear un "pacto alemán" para conseguir que el país sea "moderno y seguro". El pacto debería actuar en los ámbitos en los que los ciudadanos esperan cambios más urgentes, como acelerar los procesos de planificación, reforzar el crecimiento económico, digitalizar la administración pública y frenar la inmigración no regulada.