López Obrador: "Tenemos la obligación moral de participar en la lucha contra el fentanilo en EE.UU."
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, cree que las naciones latinoamericanas y del Caribe deben participar activamente en la lucha contra el consumo de fentanilo que libra actualmente Estados Unidos.
"Aunque no sea un problema nuestro propiamente o que nos afecte de manera directa, tenemos la obligación moral, y por humanismo", manifestó el mandatario este sábado durante la clausura de la Conferencia Latinoamericana y del Caribe sobre Drogas, que se celebró durante tres días en Colombia.
El opioide sintético, que es más fuerte que la heroína y la morfina, ha provocado una crisis en el país norteamericano y ha causado decenas de miles de decesos por sobredosis cada año. "Es una pandemia lo que están enfrentando", señaló López Obrador.
En su opinión no es un asunto "nada más cuantitativo"; se trata de una cuestión humanitaria en la que hay que ayudar "en todo" lo que se pueda, en defensa del "derecho a la vida" e independientemente de las diferencias y "por encima de banderías partidistas y posturas ideológicas". "Tenemos que actuar con humanismo", insistió.
Finalmente, el presidente aclaró que la participación de las naciones del continente en este problema debe hacerse respetando las soberanías. Asimismo, indicó que vencer la crisis no significa "eliminar el fentanilo". "Si hay consumo es que algo anda mal en esa sociedad, porque puede desaparecer el fentanilo y va a surgir otra sustancia igual de dañina o peor", advirtió.
México y EE.UU. han acordado anteriormente combatir el tráfico de fentanilo pese a sus diferencias. Washington reconoce ante sus pares mexicanos que estas problemáticas contribuyen a la violencia y la inseguridad en ambos lados de la frontera. A mediados de julio, los dos países acordaron aumentar las acciones contra los narcotraficantes para interrumpir el suministro de los productos químicos utilizados para fabricar fentanilo. Además, prometieron prevenir el tráfico del narcótico por la frontera y promover servicios de salud pública para reducir el daño y la demanda que causa la droga, mientras incrementan los tratamientos a personas adictas.