El presidente del Gobierno catalán, Pere Aragonès, ha señalado que "la amnistía por sí sola no resuelve el conflicto". Así lo declaró en su discurso con motivo de la Diada, fiesta nacional de Cataluña que se celebra este 11 de septiembre.
En un video institucional grabado en la sede del Instituto de Estudios Catalanes, en el centro de Barcelona, Aragonès aseguró que "Cataluña quiere votar libremente sobre la independencia y hasta que el Estado español no dé respuesta a esta reivindicación democrática el conflicto persistirá".
De tal manera, el mandatario catalán, líder de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), propone iniciar una "segunda fase de la negociación", después de la mesa de diálogo que mantuvo con el Gobierno del presidente Pedro Sánchez durante la pasada legislatura, "sumando complicidades y alineando estrategias", pidiendo a Junts per Catalunya, el partido del expresidente Carles Puigdemont, sumar fuerzas en el Congreso.
Ambas formaciones independentistas lograron siete diputados cada una en las pasadas elecciones del 23 de julio, votos que resultan claves para una posible nueva investidura de Sánchez como presidente después de que probablemente fracase el intento del líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, los próximos 26 y 27 de septiembre.
Aragonés pretende que se acuerde "internamente una propuesta inclusiva" sobre cómo tiene que votar la ciudadanía de Cataluña y defenderla conjuntamente para hacerla posible.
En este sentido ha sacado pecho de lo conseguido hace cuatro años en las negociaciones para investir a Sánchez: "Conseguimos sacar a los presos políticos de la prisión", mencionó en referencia a los indultos a nueve de los condenados por el referéndum de autodeterminación ilegal celebrado en 2017. "Y hoy, con la fuerza que tenemos como país, debemos hacer posible la amnistía", añadió.
"La amnistía es el punto de partida de la etapa que ahora iniciamos, no es el final de nada y el Estado lo sabe", concluyó el presidente catalán.
Tras el resultado electoral de julio, Pedro Sánchez necesita el respaldo de los dos partidos independentistas catalanes para revalidar el cargo. Si bien ERC ya anunció su apoyo para evitar que el Gobierno cayera en manos de las derechas, la formación de Puigdemont se ha mostrado más beligerante, exigiendo la amnistía de todos los procesados por el referéndum de 2017 a cambio de sus votos, algo que ha encendido un acalorado debate jurídico sobre su viabilidad constitucional.