Una peligrosa especie de hormigas invasoras llega a Europa

Los biólogos descubrieron un total de 88 nidos de hormigas rojas de fuego en una superficie de 4,7 hectáreas en Sicilia (Italia).

Una de las especies de hormigas invasoras más peligrosas del mundo, 'Solenopsis invicta', ha llegado a Europa por primera vez. Estos insectos, también conocidos como hormigas rojas de fuego, fueron descubiertos en Sicilia (Italia) por científicos del Instituto de Biología Evolutiva de Barcelona, según un estudio publicado esta semana en la revista científica Current Biology.

Originaria de América del Sur, 'Solenopsis invicta' ya se ha extendido en menos de un siglo por gran parte de Estados Unidos, México, el Caribe, China y Australia. Hasta ahora, esta especie invasora ha sido erradicada solo en Nueva Zelanda, recuerda el instituto en un comunicado.

La especie es conocida por su agresividad, además del impacto para los ecosistemas, la agricultura y la salud humana. Estos insectos pueden ser agresivos cuando se les molesta y su picadura es dolorosa, pudiendo además provocar reacciones alérgicas, enrojecimiento de la piel, hinchazón, ampollas, náuseas y vómitos.

Los biólogos descubrieron este verano un total de 88 nidos en una superficie de 4,7 hectáreas cerca de la ciudad italiana de Siracusa, en Sicilia.

Antes de este estudio, 'Solenopsis invicta' se había encontrado ocasionalmente en productos importados en España, Finlandia y Países Bajos, pero nunca se había confirmado la presencia de nidos en el continente.

Los investigadores han advertido que las hormigas podrían extenderse rápidamente por toda Europa, causando graves problemas medioambientales, sanitarios y económicos en los países de la región.

El estudio estima que el 7 % del continente europeo es adecuado para que se establezcan estas hormigas, dadas las condiciones ambientales actuales. Es probable que el cambio climático facilite su propagación y reproducción.

Los expertos también descubrieron que las zonas urbanas de ciudades grandes como Barcelona, Roma, Londres o París corren un riesgo especial, mientras que la mitad de las ciudades europeas ya son vulnerables.

Las hormigas rojas de fuego tienen un veneno fuerte y el dolor de sus picaduras se siente similar al de una quemadura.