Las jugadoras del principal torneo de fútbol femenino de España, la Liga F, han desconvocado la huelga que tenían prevista para al menos las dos primeras jornadas después de haber llegado a un acuerdo que mejora sus condiciones salariales, que era su principal reivindicación.
Así, se ha pactado un incremento del salario mínimo, que hasta ahora estaba en 16.000 euros anuales, hasta los 21.000 esta temporada, 22.500 para el torneo 2024-2025 y 23.500 para la siguiente. Además, esos importes podrían llegar a los 23.000, 25.000 y 28.000 euros, respectivamente, si aumentan los beneficios obtenidos por la institución.
"El compromiso y los reiterados esfuerzos de los clubes durante el proceso de negociación han contribuido de manera fundamental a la consecución del tan necesario escenario de paz", ha dicho la Liga F en un comunicado.
Por su parte, Futpro, uno de los sindicatos negociadores, ha puesto el énfasis en las futbolistas. "La inclusión de estas variables son fruto de un esfuerzo de los sindicatos y las trabajadoras que han conseguido incluir activos que repercutan en el salario de las mismas", consta en su comunicado sobre las variables salariales negociadas.
El sindicato también señaló que este acuerdo "es el principio y solo una parte del convenio", y que continuarán trabajando en asuntos como la maternidad, un protocolo contra el acoso, la lista de compensación y otros en los que aún no se ha alcanzado un pacto tras más de un año de negociaciones.
El foco en el fútbol femenino
El fútbol femenino español ha estado en el centro del debate público después de que su selección consiguiera alzarse por primera vez en su historia con la Copa del Mundo en la final celebrada el 20 de agosto en Sídney, Australia.
Sin embargo, el gran logro deportivo se vio empañado por el comportamiento tras el encuentro del entonces presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, que se agarró los genitales en un gesto obsceno en el palco junto a miembros de la familia real española y posteriormente propinó un beso en los labios, sin consentimiento, a la jugadora Jenni Hermoso.
Después de la indignación levantada a nivel internacional por esos acontecimientos, Rubiales dimitió tres semanas después y el controvertido entrenador de la selección española, Jorge Vilda, fue cesado, mientras que cerca de un centenar de jugadoras han asegurado que no acudirán a las convocatorias de la selección hasta que se renueve la cúpula de la RFEF.
Hermoso presentó una denuncia ante la Fiscalía y un juzgado de la Audiencia Nacional ha abierto un proceso contra Rubiales por agresión sexual y coacciones. Tanto el presunto agresor como la víctima ya han sido citados a declarar.
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