Bolivia busca desclasificar a la hoja de coca en su estado natural de la Lista I de la Convención Única sobre Estupefacientes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para lo que plantea desarrollar tres estrategias que apuntan a conseguir ese objetivo.
El pasado miércoles, el vicepresidente boliviano, David Choquehuanca, junto al canciller Rogelio Mayta y otros funcionarios del Gobierno, presentaron públicamente el plan para lograr que esa planta sea eliminada del listado del organismo internacional que establece el marco legal para el control de drogas.
En marzo pasado, Choquehuanca y la viceministra de Asuntos Multilaterales de Colombia, Laura Gil, hicieron la misma petición como parte del 66 periodo de sesiones que la Comisión de Estupefacientes de Naciones Unidas realizó en Viena, Austria.
¿Cuáles son las estrategias?
La primera vía para lograr ese cometido es "combatir la desinformación que se ha construido alrededor de la hoja de coca", según la página web de la Cancillería boliviana.
Con la estrategia informativa se busca "actuar y dar un salto reprimido por seis décadas de campaña de exterminio a la hoja de coca", dijo el vicepresidente.
Por otro lado, la segunda acción se enfoca en el marco jurídico, lo que implica la revisión "urgente" de los textos de la Convención Única de Estupefacientes, consignada en 1961 en Nueva York EE.UU., debido a que los pueblos indígenas no fueron parte de su creación.
La tercera estrategia se relaciona con el escenario político adonde se debe abordar temas como las bondades de esa planta que, según Choquehuanca, ha sido "condenada sin pruebas", en medio de una "discriminación hasta perversa", recoge ABI.
En este apartado corresponde convocar a otros países miembros de la ONU para que pidan activar el examen de proceso de revisión crítica de la hoja coca como estupefaciente de la Lista I.
"Los errores históricos en torno a la hoja de coca y sus derivados, a la luz de los nuevos estudios, son corregibles y revisables", expresó.
¿Cuáles son los pasos?
Para que la propuesta del Gobierno boliviano se cristalice, el Comité de Expertos en Farmacodependencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) debe hacer un examen crítico de las propiedades farmacológicas, toxicológicas, los usos médicos y aplicaciones terapéuticas de la coca en estado natural.
Basado en ese informe, el Comité debe evaluar si se le mantiene en la Lista I, si recomienda su retiro de la Convención o si pasa a otro listado. Después, le correspondería a la Comisión de Estupefacientes de la ONU votar por la aprobación o reprobación de la recomendación de la OMS.
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