Taiwán arremetió contra Elon Musk después de que el empresario calificara la isla como "parte integral de China" y sugiriera que Estados Unidos podría no ser capaz de detener a Pekín en caso de que intentara apoderarse de ella.
"¡Escuchen, Taiwán no es parte de la República Popular China y, ciertamente, no está en venta!", declaró el miércoles el Ministerio de Asuntos Exteriores taiwanés en X (antes Twitter), en respuesta a un vídeo con las declaraciones del magnate.
"Esperamos que Elon Musk también pueda pedir al Partido Comunista Chino que abra X a su pueblo. Tal vez piense que prohibirlo es una buena política, como apagar Starlink para frustrar la contraofensiva de Ucrania contra Rusia", ironizó la Cancillería.
En este sentido, Taipei se une a las críticas de las que ha sido objeto el magnate por, supuestamente, no ayudar con su servicio de Starlink a las fuerzas ucranianas a atacar la Flota rusa del mar Negro en la ciudad de Sebastopol, como reveló la semana pasada una biografía del empresario escrita por Walter Isaacson.
Según el libro, el magnate argumentó que Ucrania se arriesgaba a una derrota estratégica al atacar Crimea y evocó las sanciones de EE.UU. contra Rusia como la razón por la que los servicios Starlink no estaban disponibles en la región en ese momento.
"Análogo a Hawái"
Taipéi reaccionó así a los comentarios que el empresario hizo el miércoles durante una aparición en el podcast 'All-In'. "Desde el punto de vista [de Pekín], [Taiwán] quizá sea análogo a Hawái o algo así, como una parte integral de China que arbitrariamente no forma parte de China. Principalmente, porque Estados Unidos detuvo cualquier tipo de esfuerzo de reunificación por la fuerza", afirmó Musk.
Además, señaló que Washington y Pekín "se preparan para un posible enfrentamiento militar en el mar de China Meridional" y destacó a Taiwán como uno de los principales focos de discordia. Según el multimillonario, llegado dicho escenario, podría ser demasiado difícil para EE.UU. defender la isla.
- Taiwán se autogobierna con una administración propia desde 1949, pero Pekín la considera como parte irrenunciable de su territorio y la mayoría de los países, incluida Rusia, reconocen a la isla como parte integral de la República Popular China.