Autoridades estadounidenses confiscaron en museos del país tres obras de arte supuestamente robadas por los nazis, que estaban siendo buscadas por los herederos de un coleccionista judío que murió en un campo de concentración durante el Holocausto.
Las tres pinturas en cuestión son obras del expresionista austriaco Egon Schiele (1890–1918). Concretamente, son una acuarela con lápiz sobre papel, 'Prisionero de guerra ruso' (1916), incautada al Instituto de Arte de Chicago; otra acuarela y lápiz que estaba en manos del museo del Oberlin College, 'Niña de cabello moreno' (1911); y un dibujo a lápiz sobre papel, 'Retrato de un hombre' (1917), que estuvo en los Museos Carnegie (Pittsburgh).
Cada pieza fue valorada en montos que fluctuaron entre 1 y 1,5 millones de dólares.
Desde Oberlin aseguraron a AFP que la acuarela había sido adquirida legalmente por esa escuela superior en 1958. Pese al firme alegato, la institución está cooperando con la investigación criminal de los fiscales. Entretanto, en Chicago confían en determinar la "adquisición y posesión legal" del 'Prisionero', e indican que la pieza está sujeta a un caso civil en un tribunal federal.
El periódico The New York Times escribió el 13 de septiembre que la investigación en curso abarca "aproximadamente una docena" de obras de Schiele, presuntamente robadas por los nazis. Pertenecían al coleccionista de arte Fritz Grunbaum, uno de los miles de judíos que murieron en el campo de concentración de Dachau, Alemania.
Los herederos de Grunbaum llevan años tratando de recuperar algunas de esas obras por medio de sucesivos litigios. La Ley de Recuperación de Arte Expropiado en el Holocausto, promulgada por el entonces presidente Barack Obama en 2016, los ayuda en sus esfuerzos. Así, en 2018 consiguieron una sentencia favorable de un juzgado que les permitió recuperar dos piezas.