El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha ofrecido la noche de este viernes en el Zócalo de la Ciudad de México el tradicional Grito de Independencia en el 213 aniversario del histórico hito que dio inicio al movimiento de emancipación del país de la Corona española.
Según marca la tradición, desde el balcón principal del Palacio Nacional, el mandatario lanza gritos de viva a los próceres de la patria, ondea la bandera del país y repica la campana que utilizó el cura Miguel Hidalgo en 1810.
Además del vocabulario establecido, López Obrador, como ya sucedió en ocasiones anteriores, también gritó: "¡Que muera la corrupción! ¡Que muera la avaricia! ¡Que muera el racismo! ¡Que muera la discriminación! ¡Que viva el amor! ¡Que vivan nuestros hermanos migrantes! ¡Vivan los pueblos indígenas".
Pese a la fuerte lluvia, que llevaron a las autoridades a activar la alerta naranja, miles de personas se han congregado en la plaza principal de la capital mexicana para festejar la efeméride y asistir al espectáculo musical que amenizó la ceremonia oficial. El Grupo Frontera, que interpretó el tema 'No se va', arrancó los aplausos del público.
Debido a la gran afluencia de gente en el Zócalo, se prohibió llevar consigo vasos o botellas de vidrio, rayos láser, drones, pirotecnia, objetos punzocortantes o aerosoles, latas y hieleras. Para garantizar la seguridad del desfile cívico, se han desplegado 2.700 efectivos, 688 oficiales de tránsito, así como decenas de patrullas.
Asimismo, varias de las 16 alcaldías de la capital decidieron aplicar la ley seca para prevenir excesos en el consumo de bebidas alcohólicas durante los festejos, recoge el Sol de México.