Las Fuerzas Armadas de Rusia lanzaron del 9 al 16 de septiembre un total de 11 ataques con el uso de armas de largo alcance y alta precisión contra varias instalaciones ucranianas, incluidos talleres de producción y almacenamiento de drones marítimos, así como depósitos que albergaban armamento occidental, comunicó este sábado el Ministerio de Defensa del país euroasiático.
Desde el organismo precisaron que los ataques, que se realizaron también con el uso de drones aéreos, fueron dirigidos también contra la infraestructura portuaria ucraniana, depósitos con combustible, municiones, así como puntos de despliegue de las fuerzas de Kiev.
La cartera de Defensa aseguró que estas medidas permitieron interrumpir el abastecimiento logístico de las agrupaciones ucranianas que combaten en zonas de la República Popular de Donetsk y la provincia de Zaporozhie. Los suministros de armas occidentales también se vieron afectados.