Un equipo de arqueólogos halló cinco placas de oro que datan de inicios de la Edad Media durante unas excavaciones en las afueras de la ciudad noruega de Lillehammer, donde se cree estaba construido un templo pagano, según un artículo publicado este sábado en la revista científica Forskning.
Las placas de oro, en su mayoría cuadradas, son tan pequeñas como una uña y tan delgadas como una hoja de papel. Además, tienen grabadas figuras de hombres y mujeres con ostentosas joyas y vestimentas. Se cree que las pequeñas piezas doradas datan del periodo denominado como merovingio, el cual comienza en Noruega alrededor del año 550 y llega hasta el año 750.
Esta no es la primera vez que los arqueólogos encuentran placas de este tipo en la zona. Objetos similares fueron descubiertos por casualidad en 1993, y desde entonces se han hallado otras 30. Sin embargo, los expertos explican que se trata de piezas poco comunes y su historia sigue siendo un misterio, por lo que estas nuevas cinco placas podrían ser el siguiente paso para resolverlo.
Las excavaciones se han estado realizando desde verano en medio de las obras de construcción de una carretera. Los arqueólogos están convencidos de que hay muchas más piezas de oro en los alrededores.
Nuevas pistas
Las nuevas cinco placas encontradas en las últimas semanas son particularmente especiales por que se cree que estaban en el lugar en el que fueron colocadas intencionalmente. Esto podría ayudar a los arqueólogos a comprender la distribución y construcción del edificio que alguna vez se levantaba allí.
Una versión sugiere que las placas fueron colocadas originalmente bajo las paredes de la construcción, antes de que estas se erigieran, seguramente como un ritual de protección, para para proteger el edificio.
Un posible templo pagano
Además, los especialistas sospechan que eran una especie de objetos rituales o amuletos, ya que no tienen agujeros que sugieran que estaban cosidos a algún tipo de tela o ropa, y tampoco tienen aditamentos que sugieran que eran joyas.
Así mismo, los científicos suponen que en esa zona se encontraba una especie de templo pagano usado para rituales de culto y sacrificios.
Esto se debe a que no hay rastros de objetos cotidianos que sugieran que personas habitaban allí, como por ejemplo ollas o herramientas. Además, la construcción es relativamente pequeña, comparada con el tamaño promedio de una construcción residencial para esa época, lo que indicaría que era puramente ritual.