Sacrifican a un oso que sufría obstrucción intestinal tras comer desechos humanos

El Departamento de Parques y Vida Silvestre (CPW, por sus siglas en inglés) del estado estadounidense de Colorado ha comunicado que la semana pasada tuvo que sacrificar a un oso negro tras descubrir que sufría una obstrucción intestinal por haber ingerido desechos humanos.

El personal de la agencia estatal encontró al animal, que pesaba unos 180 kilos, el 9 de septiembre en la localidad de Telluride. Las condiciones del oso eran lamentables: tenía los ojos hinchados, secreción en los ojos y en la boca, además de caminar encorvado.

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"No podíamos dejar a un oso enfermo sabiendo que estaba sufriendo y luchando por sobrevivir. Un oso gordo de 180 kilos tarda años en morir de hambre. Es una forma horrible de morir, descomponiéndose desde dentro hacia fuera durante tanto tiempo. Como oficiales, tuvimos que tomar una decisión desfavorable", señaló la gerente de área de vida silvestre del CPW, Rachel Sralla.

La necropsia del oso reveló que sus intestinos estaban vacíos, dado que su tracto digestivo estaba obstruido con basura. "La extracción del estómago y los intestinos mostró que el oso estaba muriendo de hambre debido a un tapón de toallas de papel, toallitas desinfectantes, servilletas, partes de bolsas de plástico y envoltorios de papel encerado para comida en el píloro", dijo el jefe de la agencia, Mark Caddy, agregando que todo esto estaba acompañado de restos de patatas fritas, judías verdes, cebollas y cacahuetes.

"Los intestinos delgado y grueso estaban vacíos de materia. Los intestinos estaban agrandados debido a las bacterias en las primeras etapas de descomposición, pero los abrimos en varios lugares y no encontramos materia alimenticia digerida", agregó.