Un mujer ha sido sentenciada este lunes a pena de muerte en China por tráfico de 11 niños en la década de 1990. La acusada, identificada como Yu Huaying, secuestraba a los menores para venderlos, informó South China Morning Post.
El primer acercamiento de la mujer al tráfico de personas fue la venta de su propio hijo, nacido en 1992, producto de una relación extramatrimonial con un hombre de apellido Gong, cuando ambos estaban casados con otras personas. El menor fue vendido por 5.000 yuanes (unos 685 dólares al cambio actual) y no hace parte de los 11 menores secuestrados que le atribuyen a Yu.
Según el comunicado emitido por el tribunal a cargo, la mujer cometió los crímenes en complicidad con Gong, quien ya falleció, y otras dos personas que sirvieron de intermediarias, las mismas que serán juzgadas por separado.
El tribunal dictaminó la sentencia al considerar que su delito causó un daño social "extremadamente significativo", y las circunstancias del crimen eran "particularmente graves".
Venta de niños
La pareja operaba de manera conjunta. Solían vivir en una zona durante un tiempo, donde se familiarizaban con las personas del área, mientras buscaban a su próxima víctima. Los niños generalmente pertenecían a familias de bajos ingresos, cuyos padres no podían prestar la atención adecuada a sus hijos debido a sus largas jornadas laborales.
En 2004, la mujer ya fue detenida por tráfico de menores, al ser sorprendida cometiendo un delito. Sin embargo, junto a su pareja ocultaron sus verdaderas identidades, lo que llevó a las autoridades a condenarlos a ocho años de prisión con datos falsificados.
Tras salir de la cárcel, la mujer fue descubierta gracias a que una de sus víctimas, identificada como Yang Niuhua, logró encontrar a su hermana biológica y avisó a la Policía, además de brindar pistas que terminaron en la captura de Yu, recogen medios locales.