El mayor general en retiro Henry Torres Escalante, excomandante de la Brigada 16 del Ejército colombiano, admitió públicamente este miércoles 296 ejecuciones extrajudiciales en el departamento del Casanare.
En una audiencia de reconocimiento, presenciada por las familias de las víctimas, el alto oficial dijo que los crímenes fueron resultado de las presiones que él ejerció sobre la unidad que lideró entre diciembre del 2005 y junio del 2007.
Al oficial retirado se le imputó por 196 víctimas reportadas a partir de 141 eventos derivados de falsos "resultados operacionales". Cabe destacar que cinco de esas víctimas fueron mujeres, otras cinco fueron menores de edad y una fue de orientación sexual diversa.
"Me convertí en el líder de esa organización criminal […] de manera libre y voluntaria y consciente de mi posición y mis obligaciones asumo con vergüenza el señalamiento de máximo responsable y autor mediato por homicidio de persona protegida y desaparición forzada", confesó ante el auditorio.
"Las presiones venían desde el comandante del Ejército"
Torres admitió que, siguiendo las órdenes del comandante del Ejército en aquel entonces, el general Mario Montoya, y del comandante de la IV División, Guillermo Quiñónez Quiroz, intentó medir a sus hombres con base en el número de muertes en combate, despreciando otras formas de obtener resultados.
"Las presiones venían desde el comandante del Ejército, general Mario Montoya; de la IV División [...] Esas presiones nos encaminaron a lograr objetivos operacionales a toda costa, despreciando el carácter humano de las víctimas", resaltó.
Aunque insiste en que no tuvo conocimiento sobre cómo se produjeron las muertes, aceptó que eso no lo libra de responsabilidad y reconoció "la irresponsabilidad" de hacer comparaciones entre unidades con base en sus resultados.
"Debo reconocer con vergüenza que todos estos crímenes que se cometieron bajo mi mando para esa época, yo fui uno de los más beneficiados porque posicionaron a la Brigada como una de las mejores a nivel nacional", destaca el exoficial, reconociendo que otorgó premios al personal como medallas, condecoraciones, cursos, viajes y felicitaciones públicas por resultados "ilegítimos".
Asimismo, el militar reveló que el papel de las familias de las víctimas lo hicieron aceptar su rol en los 'falsos positivos'. "La intervención que han realizado, su dolor, sus exigencias, me llevaron a enfrentar lo que muchas veces había negado", comentó Torres. "De manera libre, voluntaria y consciente de mi posición, y de las obligaciones que me eran exigibles, asumo con vergüenza ser el máximo responsable", agregó.