El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, interviene este miércoles en la reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) sobre Ucrania, que se desarrolla en Nueva York.
Al principio de su discurso, Lavrov destacó que, tras la finalización de la Guerra Fría, los países occidentales, encabezados por EE.UU., se autoproclamaron capaces de decidir sobre el destino "de toda la humanidad". "Hoy en día, Occidente recurre a normas y principios estatutarios de manera selectiva, [...] únicamente de acuerdo con sus necesidades geopolíticas egoístas", destacó.
"Esto conduce inevitablemente al deterioro de la estabilidad global, a la exacerbación de las fuentes de tensión existentes y al fomento de nuevas. También aumentan los riesgos de un conflicto global", señaló el jefe de la diplomacia rusa.
"También crecen los riesgos de un conflicto global", aseguró Lavrov. "Precisamente, para detenerlos, para dirigir los acontecimientos en una dirección pacífica, Rusia insistió e insiste en que todas las disposiciones de la Carta de la ONU deben respetarse y aplicarse no selectivamente, sino en su totalidad y en interconexión, incluidos los principios de igualdad soberana de los Estados, la no injerencia en sus asuntos internos, el respeto a la integridad territorial y el derecho de los pueblos a la autodeterminación", explicó.
Intervención en la política de Ucrania
En sus declaraciones, Lavrov culpó a Occidente del "colapso de Ucrania", afirmando que tiene la responsabilidad directa en la incitación a la guerra civil en su territorio, después de haber perturbado la implementación de los acuerdos de Minsk. "Desde el colapso de la URSS y la formación de Estados independientes en su lugar, EE.UU. y sus aliados han interferido de manera grosera y abierta en los asuntos internos de Ucrania", aseguró el canciller.
"Como admitió públicamente, e incluso con orgullo, la subsecretaria de Estado de EE.UU., Victoria Nuland, a finales de 2013, Washington gastó 5.000 millones de dólares para educar a políticos obedientes de Occidente en Kiev. Todos los hechos que implicaron la ingeniería de la crisis ucraniana se conocen desde hace mucho tiempo, pero se está intentando silenciarlos de todas las formas posibles para cancelar toda la historia hasta el año 2014", indicó.
Falta de argumentos para un "diálogo sincero"
Lavrov señaló que hoy en día Moscú "solo escucha las consignas: invasión, agresión y anexión". "Ni una palabra sobre las causas subyacentes del problema, sobre cómo durante muchos años alimentaron un régimen abiertamente nazi que reescribió los resultados de la Segunda Guerra Mundial y la historia de su propio pueblo", añadió.
Occidente no quiere, ni tampoco puede mantener un "diálogo sincero" sobre el problema ucraniano, destacó el ministro ruso. Asimismo, "evita una conversación sustantiva basada en hechos y en el respeto de todos los requisitos de la Carta de la ONU. Al parecer, no tiene argumentos para un diálogo honesto", lamentó Lavrov.
Mientras no paran de hablar sobre la integridad territorial de Ucrania, "las antiguas metrópolis coloniales guardan silencio sobre la decisión de la ONU de la necesidad de que París devuelva la llamada 'Mayotte francesa' a la Unión de las Islas Comoras, que Londres abandone el archipiélago de Chagos e inicie negociaciones con Buenos Aires sobre las Islas Malvinas", resaltó el canciller.
El jefe de la diplomacia rusa aseveró que si la OTAN no hubiera rechazado "las propuestas de cooperación" de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), "tal vez esto habría permitido evitar muchos de los procesos negativos que llevaron a la actual crisis europea, debido al hecho de que durante décadas se negaban a escuchar a Rusia o la engañaban".
Amenazas de muerte hacia los habitantes de Donbass
El régimen de Kiev no puede representar a los residentes de Crimea y Donbass, por lo que el apoyo de los países occidentales a Kiev, después de los referéndums en estas regiones, viola el principio de autodeterminación, señaló Lavrov. "El apoyo incondicional de las capitales occidentales a las acciones del régimen criminal de Kiev no es más que una violación del principio de autodeterminación [de Crimea y Donbass] tras una grave interferencia en los asuntos internos", insistió.
Al mismo tiempo, el canciller recordó, en el contexto de los llamados a implementar la propuesta de paz para el conflicto del presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, las amenazas de Kiev de exterminar físicamente a los residentes de Donbass. Las exigencias de Zelenski, que no cuentan con la aprobación de Moscú, incluyen la retirada completa de las Fuerzas Armadas rusas a las afueras de las fronteras de 1991, y el retorno a Ucrania del control de la llamada zona económica exclusiva en los mares Negro y Azov.
"Cuando escuchamos los llamados a implementar la 'fórmula de paz' y devolver a Ucrania las fronteras de 1991, nos surge una pregunta a quienes piden esto: ¿están familiarizados con las declaraciones de los líderes ucranianos sobre lo que harán con los residentes de la región? Pues, hacia ellos se dirigen públicamente y a nivel oficial, repetidamente, las amenazas de exterminio jurídico o físico se escuchan pública y repetidamente a nivel oficial", dijo.
Moscú no se niega a negociar
El ministro resaltó en su discurso que Moscú no se niega a mantener negociaciones para regular el conflicto, sin embargo, fue el propio mandatario ucraniano quien firmó un decreto que prohíbe sostener el diálogo con el Gobierno del presidente ruso, Vladímir Putin.
"Si EE.UU. está tan interesado en ellas, creo que no será difícil dar la orden de cancelar este decreto de Zelenski", subrayó el jefe del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.
Finalmente, Lavrov resaltó una vez más la importancia de que a día de hoy, no se trata "de someterse a algún tipo de orden mundial basado en reglas, sino de cumplir con todas las obligaciones asumidas al firmar y ratificar la Carta de la ONU en toda su integridad e interconexión".
"Un espectáculo"
Por su parte, el representante permanente de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, calificó de "espectáculo" la reunión, que contará con la intervención del presidente ucraniano, Vladímir Zelenski. El diplomático señaló que se trata de una violación del orden de trabajo del Consejo de Seguridad para complacer a una delegación en concreto, al anteponerse el discurso de Zelenski a los de los líderes de los países miembros del Consejo.
"Nos gustaría preguntarles: ¿por qué se propone conceder la palabra al presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski, antes de que hablen los miembros del Consejo, muchos de los cuales también están representados a nivel de jefes de Estado y de gobierno?", planteó.
"Es obvio para todos, al menos para muchos, que la reunión de hoy no es más que un espectáculo", declaró. Nebenzia afirmó que "una y otra vez, [Ucrania] demuestra, con el apoyo de los miembros occidentales de la ONU, que para ella no existe ninguna ley escrita y que todo le está permitido".