La Asamblea General de la ONU es una de las mejores manifestaciones de cómo los países occidentales, liderados por EE.UU., han fracasado en su intento de aislar a Rusia de la comunidad mundial, dijo la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajárova, en declaraciones a un corresponsal de RT. Señaló que estos intentos inútiles "ya son un chiste".
Zajárova subrayó que los países de la OTAN quieren aislar a Rusia, o al menos, crear una sensación de aislamiento en el espacio público. Sin embargo, "solo lograron aislarse a sí mismos", y no solo de Rusia, sino también de la mayoría mundial que no comparte este deseo.
Al mismo tiempo, Rusia sigue manteniendo un diálogo constante con otros países, tanto en formatos multilaterales como regionales y bilaterales. En este sentido, recordó que Moscú está abierta también al diálogo con los países de la OTAN, refiriéndose a la reunión prevista con Hungría.
¿Se acordarán normas comunes de comportamiento en el espacio informativo?
Respondiendo a la pregunta de si existe la posibilidad de que la ONU pueda acordar pronto unas normas comunes de comportamiento en el espacio de la información, la portavoz subrayó que Rusia tiene una muy buena experiencia en el campo de la seguridad de la información internacional, ya que hace varios años fue este país quien propuso el tema precisamente en una Asamblea General. Dado que la relevancia de esta cuestión aumenta cada día, Rusia tiene "las mejores expectativas a este respecto", afirmó.
Sin embargo, las cosas son más complicadas respecto al espacio informativo, ya que el campo de la información está "ocupado por la minoría occidental", que lo domina y dicta su agenda, dijo. Citó como ejemplo el caso de la no admisión de una periodista rusa a la rueda de prensa del presidente Emmanuel Macron en el Palacio del Elíseo.
Zajárova recordó que el pueblo francés "hizo mucho por consagrar la libertad de expresión a nivel legislativo en todo el mundo", mientras que el gobierno actual de Francia solo defiende la libertad de expresión de boquilla. Según ella, "la situación llegó demasiado lejos" cuando intentaron quitarle el teléfono a una periodista rusa, incidente por el que Francia ni siquiera se disculpó.