Venezuela expresó su "más categórico rechazo" al informe presentado este lunes ante el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas por parte de la denominada "Misión internacional independiente de determinación de los hechos" sobre el país suramericano.
A través de un comunicado, publicado por el canciller Yván Gil, Caracas califico de "informe panfletario" el documento presentado, en el que, dice, se hacen "insólitas acusaciones falsas y sin fundamento".
"La destemplada presentación del informe, es parte de la estrategia que se pretende continuar contra Venezuela para mancillar su imagen y legitimar la imposición de criminales e ilegales medidas coercitivas unilaterales a partir, esta vez, del uso selectivo, instrumentalizado, falso y manipulado de la situación de los derechos humanos en el país", dice el texto.
Para el país suramericano, este informe "sigue la misma suerte" de documentos similares presentados con anterioridad, que "sin sustento metodológico ni conocimiento de la realidad del país", pretende seguir atacando a las instituciones venezolanas como parte de la "política criminal e injerencista de cambio de régimen" que impulsa EE.UU. "con la complicidad de sus gobiernos satélites en el mundo".
Caracas dice que esta misión, establecida en 2019 por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU —y cuyo mandato fue prorrogado hasta 2024—, es realmente "un esperpento" del extinto Grupo de Lima y que sus miembros son "mercenarios tarifados para mentir sobre un tema tan sagrado como los derechos humanos".
"Rendir cuentas"
"No dedican una línea de su escrito ni un minuto de su show mediático para explicar como despilfarran, sin auditoría alguna, los recursos del sistema internacional, elaborando pasquines repletos de falsos positivos", añade en el comunicado, en el que invita a la misión a "rendir cuentas públicas" de su "vergonzoso proceder".
Venezuela considera que este tipo de mecanismos paralelos son "innecesarios y agresivos" y, a través de sus pronunciamientos, "violentan la Carta de Naciones Unidas", además de alentar a sectores extremistas a reincidir en la "violación masiva de los derechos humanos de los venezolanos y en la desestabilización del país".
El país suramericano ratifica que seguirá asumiendo la promoción, respeto y protección a los derechos humanos y que continuará cooperando con las instituciones de la ONU sobre la base del estricto apego a los principios de "objetividad, no selectividad, imparcialidad, no injerencia en los asuntos internos, respeto al multilateralismo y diálogo constructivo".
Durante la presentación del cuarto informe este lunes en Ginebra, la presidenta de la Misión, Marta Valiñas, aseguró que en Venezuela continúan cometiéndose graves violaciones a los derechos humanos y que no serían hechos aislados.
"El mensaje parece ser claro: el Estado de Venezuela no está dispuesto a corregir violaciones del pasado a pesar de las señales y recomendaciones de los organismos de derechos humanos", expresó.