El ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, ha informado este martes que las pérdidas del Ejército de Ucrania en este mes de septiembre superan ya la cifra de 17.000 efectivos, mientras Kiev sigue adelante con su contraofensiva a gran escala, que inició a principios de junio.
Durante una reunión ministerial, Shoigú calificó de "serias" las bajas de Kiev a lo largo de toda la línea del frente, y especifió que los militares rusos destruyeron este mes dos tanques Leopard de fabricación alemana, un Challenger 2 británico y 7 blindados Bradley estadounidenses.
En total, fueron destruidos más de 2.700 equipos armamentísticos, incluidos 77 sistemas de artillería M777 estadounidenses, así como 51 obuses autopropulsados suministrados a Kiev por EE.UU., Alemania, Francia y Polonia.
"Pese a la ausencia de cualquier resultado significativo en el marco de la llamada contraofensiva, los tutores occidentales de Ucrania no dejan de lado su principio inhumano de 'armamento como camino a la paz'. EE.UU. y sus aliados siguen armando a las Fuerzas Armadas de Ucrania, mientras el régimen de Kiev arroja a soldados no entrenados a asaltos sin sentido, a matanzas. Este tipo de acciones cínicas de Occidente y sus títeres en Kiev solo empujan a Ucrania a una autodestrucción", subrayó el ministro.
En este contexto, Shoigú resaltó que las agrupaciones rusas siguen con sus "acciones activas para derrotar al enemigo". Entre otros avances, mencionó el heroísmo de las 25.ª y 138.ª brigadas motorizadas que actúan cerca de la ciudad de Kúpiansk, en la provincia de Járkov, y que han logrado ampliar "significativamente" la zona de control cerca de las localidades de Sinkovka y Petropavlovka.
Por otra parte, el ministro indicó que se están creando nuevas unidades de las fuerzas de desembarco aéreo, a la par que se aumenta su capacidad combativa con la entrega de nuevas armas y equipos.