Cámara de Representantes de EE.UU. seguirá intentando recortar gastos pese al riesgo de cierre del Gobierno

Según la agencia de calificación de riesgo Moody's, un cierre en este momento pondría en evidencia cómo la polarización política está empeorando la situación fiscal de Estados Unidos.

La Cámara de Representantes y el Senado de Estados Unidos planean tomar caminos diferentes este martes en las negociaciones sobre el gasto federal, lo que podría forzar un cierre parcial del Gobierno estadounidense este domingo, informa Reuters.

A pesar de la inminente fecha límite para el cierre, la Cámara de Representantes, controlada por el Partido Republicano, intentará impulsar cuatro proyectos de ley para recortar los gastos en el próximo año fiscal, que reflejan las prioridades conservadoras y no tienen ninguna perspectiva para ser aprobados por el Senado y convertirse en ley, como imponer nuevas restricciones al acceso al aborto, suspender una iniciativa climática de 11.000 millones de dólares de la Administración Biden y reanudar la construcción del muro fronterizo entre México y Estados Unidos.

Por su parte, la Cámara Alta, controlada por los demócratas, tiene previsto votar un proyecto de ley de financiación provisional, que mantendría al Gobierno federal en funcionamiento después de que empiece el nuevo año fiscal, el próximo 1 de octubre, dando a las negociaciones más tiempo para acordar las cifras de gasto para todo el año.

El presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, ya trató de evitar un cierre este año, cuando en mayo llegó a un acuerdo con el presidente de EE.UU., Joe Biden, para establecer un límite discrecional de 1,59 billones de dólares para el próximo año fiscal. Sin embargo, miembros de su propio partido han amenazado con deponerlo de su cargo si no apoya recortes más drásticos, de unos 120.000 millones de dólares más.

Estos recortes representan solo una fracción del presupuesto total de EE.UU., que ascenderá a 6,4 billones de dólares para este año fiscal. Los legisladores no están considerando recortes en programas de prestaciones populares como la Seguridad Social y Medicare, que se prevé que crezcan drásticamente a medida que la población envejezca.

Se acaba el tiempo

Aunque no es inusual que el Congreso estadounidense incumpla el plazo del cierre del año fiscal, siempre suele aprobar proyectos de ley provisionales, para evitar interrupciones mientras termina su trabajo. Pero en esta ocasión, McCarthy ha sido incapaz de reunir el apoyo para una prórroga temporal, ya que un grupo de republicanos se ha negado a aceptarla, recoge la agencia de noticias.

Incluso si se aprobaran los cuatro proyectos de ley que la Cámara de Representantes impulsa, no financiarían la totalidad del Gobierno ni evitarían el cierre. El éxito no está garantizado: los republicanos de extrema derecha bloquearon los proyectos de ley de gastos la semana pasada y algunos han dicho que volverán a intentarlo.

En caso de no llegar a un acuerdo, esta sería la cuarta vez en una década que el Gobierno se vería obligado a cerrar, lo que implicaría que cientos de miles de trabajadores federales sean dados de baja al igual que una amplia gama de servicios, incluidos la supervisión financiera y la investigación médica.

A pesar de que el Congreso ya ha tenido otros cierres anteriormente, estos han sido breves y no han tenido un impacto significativo en la economía. Sin embargo, un cierre en este momento tendría implicaciones negativas para la calificación crediticia AAA del Gobierno de EE.UU., ya que pondría en evidencia cómo la polarización política está empeorando la situación fiscal del país, según lo advirtió la agencia de calificación de riesgo Moody's.