JPMorgan Chase acordó este martes pagar 75 millones de dólares a las islas Vírgenes de EE.UU. para resolver un cuerpo de demandas, en las que se afirmaba que el banco fue del todo permisivo con los actos de tráfico sexual cometidos por el magnate financiero Jeffrey Epstein, informa AP. El acuerdo evita un juicio que debía empezar el mes que viene.
La entidad con sede en Nueva York comunicó que 55 millones de dólares se destinarán a organizaciones benéficas locales que prestan asistencia a víctimas de abusos domésticos, de trata de seres humanos y otros delitos, así como a mejorar las capacidades de las fuerzas del orden locales.
De acuerdo con el Departamento de Justicia en dicho territorio estadounidense, 10 millones de esa cantidad se utilizarán para crear un fondo con la finalidad de prestar servicios de salud mental a los supervivientes de Epstein.
Demanda
El año pasado, las islas Vírgenes —donde el magnate albergaba bienes— demandaron a JPMorgan, alegando que sus investigaciones habían revelado que el gigante de los servicios financieros permitió a los reclutadores de Epstein pagar a las víctimas, lo que fue "indispensable para el funcionamiento y el encubrimiento de la empresa de trata de Epstein".
En este sentido, aseguraron que JPMorgan fue cómplice de la conducta de Epstein y no dio aviso a las fuerzas del orden, ni a los reguladores bancarios, acerca del hecho de que el magnate era un cliente de "alto riesgo" y retiraba grandes cantidades de dinero en efectivo de forma habitual. Por todo ello, solicitaron sanciones y la devolución de al menos 190 millones de dólares, así como indemnizaciones.
El banco estadounidense explicó por otra parte que ha llegado a un acuerdo legal confidencial con James 'Jes' Staley, un exalto ejecutivo de JPMorgan que manejó la cuenta de Epstein antes de abandonar la entidad y al que demandó a principios de este año por presuntamente haber encubierto o minimizado las irregularidades del cliente, con el fin de manejar su lucrativa cuenta.
Epstein fue hallado muerto, supuestamente tras ahorcarse, el 10 de agosto de 2019 en su celda del Centro Correccional Metropolitano de Manhattan, donde esperaba para ser juzgado por cargos federales de tráfico sexual de menores.