Desde principios de este año, la multinacional suiza Nestlé ha observado una caída en las ventas de alimentos y bebidas en todo el mundo, una tendencia que se ha convertido en un desafío para el sector.
"La gente está consumiendo menos o está comiendo menos, o está desperdiciando menos, o está comiendo con mayor frecuencia fuera de casa", afirmó este jueves François-Xavier Roger, director financiero de la compañía, en declaraciones recogidas por Bloomberg durante una conferencia este jueves.
Si bien resulta difícil saber a qué se debe exactamente esta situación, Roger no cree que la contracción del mercado se prolongue por mucho tiempo. En los últimos trimestres, grandes empresas de bienes de consumo han aumentado sus ventas a través de fuertes subidas de precios, y muchas de ellas también han sufrido descensos en sus volúmenes.
Los consumidores estadounidenses se han mostrado resilientes, pero el final de las subvenciones y los ahorros de tiempos de la pandemia está empezando a afectar al consumo, señaló Roger.
En China, el negocio de Nestlé no se ha recuperado tan rápidamente como esperaba la compañía, que ve con mayor optimismo sus operaciones en Europa, agregó el alto ejecutivo.
Las acciones de Nestlé han caído un 1 % este jueves y un 4 % desde principios de año. No obstante, los planes a futuro de la compañía son ambiciosos: espera aumentar las ventas de sus productos más nutritivos en 25.000 millones de francos suizos (unos 27.000 millones de dólares) para 2030, lo que supondría alrededor del 50 % más que en 2022.