Un estudio liderado por investigadores de la Universidad de Bristol (Reino Unido) ha concluido, basándose en modelos informáticos de la actividad tectónica y del clima de la Tierra, que es probable que niveles extremos de calor y CO2 terminen provocando una extinción masiva de especies, similar a la que hace 66 millones de años acabó con los dinosaurios.
Los científicos predicen que casi todos los mamíferos morirán dentro de unos 250 millones de años, cuando, a raíz del movimiento de las placas tectónicas, todos los continentes se habrán fusionado en un supercontinente, similar a la antigua Pangea de hace más de 300 millones de años.
"En ~250 millones de años, todos los continentes convergerán para formar el próximo supercontinente de la Tierra, Pangea Ultima. Una consecuencia natural de la creación y descomposición de Pangea Ultima serán extremos en la pCO2 [presión parcial de dióxido de carbono en la sangre arterial, un indicador de la función respiratoria]", señala el estudio, publicado en Nature Geoscience.
Según las previsiones de los científicos, la cantidad de dióxido de carbono en la Tierra se duplicará y el Sol empezará a emitir un 2,5 % más de radiación. Como resultado, la temperatura del aire se situará entre 40 y 70 ºC y la humedad aumentará considerablemente. En estas condiciones, los expertos calculan que solo entre el 8 % y el 16 % del territorio terrestre será apto para los mamíferos.
"El supercontinente recién surgido propinaría efectivamente un triple golpe, que comprendería el efecto de continentalidad [una mayor amplitud térmica en las regiones alejadas de las grandes masas de agua del océano], un Sol más caliente y más CO2 en la atmósfera, del aumento del calor en gran parte del planeta", explicó el doctor Alexander Farnsworth, de la Universidad de Bristol.
"Temperaturas generalizadas de entre 40 y 50 grados centígrados, y temperaturas extremas diarias aún mayores, agravadas por altos niveles de humedad, sellarían nuestro destino. Los humanos, junto con muchas otras especies, morirían debido a su incapacidad para eliminar ese calor a través del sudor, enfriando sus cuerpos", agregó.
Asimismo, los científicos apuntan que es de vital importancia "no perder de vista nuestra crisis climática actual, resultado de las emisiones humanas de gases de efecto invernadero".
"Este trabajo también destaca que un mundo dentro de la llamada 'zona habitable' de un sistema solar puede no ser el más hospitalario para los humanos dependiendo de si los continentes están dispersos, como lo están actualmente, o forman un gran supercontinente", concluyó Farnsworth.