En México se clausuró el 9.º encuentro del Grupo de Puebla, que se desarrolló entre el 29 de septiembre y el 1 de octubre en su lugar de origen, Puebla.
"Llamamos a la integración regional para defender la autonomía, la dignidad y la seguridad material de los pueblos de Latinoamérica y el Caribe, destacando la reactivación de la Unasur [Unión de Naciones Suramericanas] y el rol de la Celac [Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños]", declaró Silvina Romano, miembro del Consejo Latinoamericano de Justicia y Democracia del Grupo de Puebla, en su lectura de las conclusiones de la cumbre.
Nueva arquitectura financiera
"Reemplazar el modelo neoliberal por un modelo solidario de desarrollo enfocado en la inclusión social, la generación de valor, la transición ecológica, una institucionalidad social y la construcción de una nueva ciudadanía democrática", aseveró.
En este sentido, instó a que se lleve a cabo la coordinación entre diferentes organismos subregionales y la creación de una nueva arquitectura financiera adaptada a las necesidades de la región, incluyendo la propuesta de una moneda única para avanzar en la desdolarización y una nueva institucionalidad para manejar las necesidades financieras.
Cabe señalar que, en economía mundial, desdolarizar significa que, en lugar de utilizar una única moneda para el comercio internacional, se emplee una canasta de divisas, según lo aclaró Rafael Correa, expresidente de Ecuador.
Asimismo, el foro político considera necesario actuar frente a la crisis climática y exigir a los países desarrollados que ratifiquen los protocolos y acuerdos globales del cuidado medioambiental, así como apostar por la promoción, difusión y acciones que permitan la concreción del Acuerdo de Escazú.
Llamado a la paz
"Llamamos a Ucrania y Rusia para decretar un cese temporal al fuego y explorar la posibilidad de un diálogo en busca de la paz, siguiendo las propuestas de varios líderes internacionales, como [el presidente chino] Xi Jinping, [el presidente brasileño] Luiz Inácio [Lula] da Silva y el papa Francisco", continuó.
Por otro lado, Romano pidió a los gobiernos progresistas que impulsen medidas para erradicar todas las formas de violencia contra las mujeres y promuevan la equidad de derechos y oportunidades con perspectiva feminista, al mismo tiempo que denunció la persecución judicial, algo que —subrayó— continúa suprimiendo los liderazgos progresistas en la región.
Además, aseguró que las medidas coercitivas y unilaterales contra Venezuela y Cuba no solo violan la Carta de Derechos Humanos, sino que "significan una declaración de guerra y actos subsecuentes que golpean a los más vulnerables". "Denunciamos el injerencismo de la OTAN y la exacerbación de conflictos geopolíticos", concluyó.
La cumbre contó con la participación de políticos de más de 20 países y cinco expresidentes de Iberoamérica: el expresidente de Colombia, Ernesto Samper; el de Panamá, Martín Torrijos; el de Bolivia, Evo Morales; el de España, José Luis Rodríguez Zapatero; y Correa.
El foro, integrado por representantes de la izquierda, busca combatir el hambre, los bloqueos económicos y la crisis climática. También se debatieron otros temas, como la creación de una moneda común, el multilateralismo, la integración regional y la paz.