El Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva lanzó este lunes un plan para combatir a las poderosas bandas criminales en todo Brasil y acciones específicas contras las mafias que operan en los estados de Río de Janeiro (sudeste) y Bahía (nordeste).
La iniciativa, que supone una inversión de 900 millones de reales (unos 180 millones de dólares) y será implantada gradualmente hasta 2026, es una respuesta al auge de la criminalidad en el país.
Más inteligencia e investigación
"Es un plan enfocado en inteligencia e investigación. Por un lado, es falsa la idea de que existe seguridad sin fuerzas. Por otro lado, es falsa la idea de que la seguridad es salir disparando sin ton ni son", explicó el ministro de Justicia, Flávio Dino, al canal GloboNews.
El plan prevé promover la mejora de las fuerzas policiales, la integración y el intercambio de informaciones entre los cuerpos nacionales y regionales para combatir especialmente el narcotráfico y fortalecer la vigilancia en puertos, aeropuertos y fronteras.
"Pretendemos enfrentar los problemas estructurales, como la vulnerabilidad en las fronteras y con el control de divisas, el carácter transnacional del crimen, la deficiencia en la recuperación de activos, la baja integración entre las fuerzas de seguridad y la deficiencia estructural de las policías", explicó el ministro.
Violencia en Bahía y Río de Janeiro
En la ceremonia, Dino anunció medidas específicas para dos estados que sufren una escalada de muertes violentas en las últimas semanas, Bahía y Río de Janeiro.
El primero, en el empobrecido nordeste, fue el año pasado el estado con más asesinatos, con más de 6.600, según datos del Foro Brasileño de Seguridad Pública. Decenas de supuestos criminales murieron en el último mes en enfrentamientos con la policía.
Para Río de Janeiro fue autorizado el envío de agentes de la Fuerza Nacional de Seguridad Pública para reforzar la lucha contra el narcotráfico, que no deja de extender sus tentáculos en el estado.
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