En medio de problemas de reclutamiento, el Departamento de Defensa de EE.UU. empezará a realizar polémicos recortes en las fuerzas de operaciones especiales del Ejército en favor de operaciones militares más convencionales, según reportó este jueves el Wall Street Journal.
Se espera que el Ejército haga un recorte del 10 %, cerca de 3.000 soldados, en el personal de sus fuerzas especiales. La medida, que podría incluir a unidades de comandos de boinas verdes, se estaría tomando para permitir al Ejército reequilibrarse hacia "las grandes fuerzas terrestres convencionales necesarias" en un potencial conflicto en Asia, apunta el diario.
A medida que EE.UU. se centra más en competir con China, algunos responsables políticos ven menos necesidad de tropas altamente entrenadas y especializadas, según oficiales militares estadounidenses. En su lugar, estarían a favor de destinar más recursos a las fuerzas convencionales, que se espera que sean más relevantes en un conflicto entre grandes potencias.
Asimismo, los recortes en las filas de las fuerzas especiales podrían ayudar al Ejército a hacer frente a un déficit de reclutamiento. Con la retirada de tropas estadounidenses de Afganistán y la reducción de las operaciones antiterroristas en Oriente Próximo, el Ejército puede ver una oportunidad para aumentar el número de alistamientos entre los soldados rasos.
Según las fuentes del medio, el Pentágono planea recortar las tropas de operaciones especiales del Ejército en áreas como guerra psicológica, asuntos civiles, operadores de inteligencia, tropas de comunicaciones y logística, entre otros.
Sin embargo, las reducciones de personal han tenido una fuerte oposición, en particular, de oficiales superiores, que han argumentado que ello podría obstaculizar el entrenamiento de los socios de Washington, como Ucrania y Taiwán, además de limitar la capacidad de las unidades de élite para responder a las crisis.
A pesar de los opositores, se espera que los recortes se produzcan, dijeron las fuentes, puntualizando que los documentos finales aún no han sido firmados por el secretario de Defensa, Lloyd Austin.