El presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, pronunció este viernes por primera vez la palabra que se ha vuelto central en las negociaciones para la investidura: "amnistía".
El término se refiere a la condición que ponen los independentistas catalanes de amnistiar a los procesados por el referéndum ilegal y el fallido intento de secesión de esa comunidad autónoma en 2017, a cambio de apoyarle para formar gobierno, tras el fracaso del derechista Alberto Núñez Feijoo.
Tras meses de rehusar referirse a esa medida, muy criticada por la derecha y la ultraderecha, el mandatario ha aludido el término en el marco de la cumbre de la Unión Europea (UE) en Granada (sur de España), en una comparecencia ante la prensa junto al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Sánchez defendió que "la amnistía no deja de ser una forma de tratar de superar las consecuencias judiciales a la situación que vivió España con una de las peores crisis territoriales de la historia de la democracia en el año 2017".
"Los españoles han hablado"
Las palabras del mandatario confirmaron algo que casi todo el mundo sospechaba: la negociando de la medida de amnistía con Junts per Catalunya, del expresidente catalán Carles Puigdemont, y Esquerra Republicana de Catalunya, que tras los endiablados resultados de las elecciones del 23 de julio tienen la llave para la formación de gobierno.
"Los españoles han hablado. Nuestro deber es tratar de lograr cuanto antes un Gobierno. Entiendo que me pregunten cuál va a ser el acuerdo. Estamos en plena negociación. No habrá acuerdo hasta que todo esté acordado", declaró.
En un principio, ambas formaciones exigieron también que se fije un marco para la celebración de un referéndum de autodeterminación, algo que el mandatario descartó rotundamente.
El tema levanta ampollas entre los partidos y electores conservadores, que acusan al actual mandatario en funciones de poner el futuro de España en manos de Puigdemont, que vive en Bélgica desde que se autoexilió para eludir a la justicia española tras los hechos de 2017.
Todavía no hay fecha para la sesión de investidura, cuyo plazo límite es el 27 de noviembre. Si Sánchez no lo logra, habría nuevas elecciones, a celebrarse el 14 de enero.