El número de muertos por el terremoto en Afganistán registrado este sábado, al que siguió una serie de potentes réplicas, ha aumentado bruscamente hasta 2.060, comentó este domingo un portavoz del Gobierno, recoge AP. La provincia de Herat, situada en el oeste de Afganistán, en la frontera con Irán, fue el epicentro del primer sismo, de magnitud 6,3.
Con estas cifras de fallecidos, este desastre natural se inscribe entre los más mortíferos que ha azotado al país en las dos últimas décadas.
Según informes de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas, los rescatistas buscan a posibles sobrevivientes atrapados en los edificios derrumbados. Varias agencias de ayuda internacional se desplegaron para dar asistencia a las personas en las zonas afectadas.
La agencia de la ONU, estimó que unas 4.200 personas, pertenecientes a unas 600 familias, se han visto afectadas por los derrumbes y los estragos de la serie de terremotos.
"Llegamos a casa y vimos que en realidad no quedaba nada. Todo se había convertido en arena", comentó a AFP, Nek Mohammad, un residente local de 32 años. "Hasta ahora, no tenemos nada. Ni mantas ni nada. Nos quedamos aquí por la noche con nuestros mártires", agregó.
"Con el primer temblor, todas las casas se derrumbaron", expuso Bashir Ahmad, de 42 años. "Quienes estaban dentro de las casas quedaron enterrados", puntualizó y seguidamente agregó: "Hay familias de las que no hemos tenido noticias".