Una operación policial contra la delincuencia organizada en Río de Janeiro dejó este lunes en evidencia el poder las bandas, cuando dos helicópteros de las fuerzas de seguridad fueron tiroteados por presuntos milicianos.
Las dos aeronaves fueron desplegadas en un gran operativo para intentar arrestar a los principales líderes del Comando Vermelho (CV), la mayor facción criminal de ese estado del sudeste de Brasil, en respuesta a la muerte la semana pasada de tres médicos que habrían sido asesinados por error en Barra de Tijuca, un acomodado barrio de la capital carioca.
Estaban sobrevolando Vila Cruzeiro, una de las mayores favelas de la ciudad postal de Brasil, cuando fueron alcanzados por las balas y tuvieron que regresar a la base. Ningún agente resultó herido.
"1.000 agentes"
En su ofensiva, las fuerzas de seguridad, sobre todo la Policía Civil y la Policía Militar, desplegaron unos 1.000 agentes con 100 órdenes de detención contra los cabecillas del CV en Vila Cruzeiro, Maré y Cidade de Deus.
Esa banda está en abierta disputa contra grupos rivales en todo el oeste de la capital del país suramericano. Como es habitual, el operativo tuvo un gran impacto en estos territorios, donde cerraron preventivamente casi 60 colegios, con 21.000 alumnos afectados.
Según la prensa local, la operación dejó por la mañana de este lunes un saldo de 4 detenidos y un laboratorio de refinamiento de drogas requisado.
"La operación de hoy solo fue posible gracias a la mayor inversión realizada en nuestra policía en toda nuestra historia. Se siguen estrictamente los protocolos de investigación y capacitación, así como las decisiones judiciales", explicó el gobernador del estado, Cláudio Castro.