El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, denunció este lunes que el gobernador del estado de Texas, en EE.UU., el republicano Greg Abbott, ha impuesto una serie de "medidas unilaterales e irresponsables" en la zona fronteriza, que representan "una actitud muy hostil" que además de afectar la economía y el flujo comercial entre ambos países, complican aún más la crisis migratoria.
"Hay una actitud muy hostil por parte del gobernador de Texas y está complicando más la situación migratoria con propósitos politiqueros. Están poniendo retenes del lado estadounidense para que no haya tráfico fluido en mercancías de EE.UU. a México y de México a EE.UU., están obstruyendo, en las aduanas, el libre tránsito de mercancías con medidas del Gobierno de Texas", indicó López Obrador en su rueda de prensa matutina.
En respuesta, López Obrador informó que México prepara "una nota diplomática", que enviará este mismo lunes, para expresar su rechazo "contra de estas medidas que perjudican a las dos naciones y desde luego, el tránsito normal de las personas".
La razón de estas tensiones, a juicio del presidente mexicano, es la necesidad que tiene Abbott de sacar rédito electoral con las medidas. Sin embargo, advirtió: "Le va a salir contraproducente, porque nosotros vamos a llamar a nuestros paisanos, vecinos, hermanos de Texas, que no voten por los que actúan de manera irresponsable", dijo.
López Obrador explicó que en medio de "la lucha partidista por las elecciones" en EE.UU., "hay un grupo del partido republicano que ha tomado como bandera el tema migratorio" y que pretende culpar a México de lo que sucede, por asuntos que tienen que ver más "con la pobreza, el abandono y las políticas que también se aplican en EE.UU.", donde le dan "más atención a la industria bélica que a la cooperación para el desarrollo económico y social de los países donde hay mucha pobreza".
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