A partir de este martes entra en vigor el requisito de visa para los ciudadanos hondureños que quieran entrar en Costa Rica, una medida a la que Tegucigalpa ha respondido de manera recíproca imponiendo el mismo papel a los costarricenses que deseen ingresar a su territorio.
La iniciativa fue anunciada en primer lugar por Costa Rica la semana pasada, alegando motivos de seguridad. Así, en declaraciones recogidas por la prensa nacional, el ministro de Seguridad, Mario Zamora, vinculó la inseguridad en su país con la supuesta entrada de grupos irregulares de personas provenientes de Honduras.
"Cuando usted visita Limón y descubre que una de las bandas principales es denominada 'Los Hondureños'. Cuando hace unos días, justamente el martes pasado, hay una detención de un sicario de nacionalidad hondureña y con antecedentes militares", ejemplificó Zamora.
Además, el titular de Seguridad consideró que "las barreras migratorias son barreras de protección" que se están utilizando "para proteger al país ante la influencia sicarial y de bandas organizadas de Honduras".
Por su parte, desde Honduras, que en un primer momento calificó la medida de sorprendente, se anunció este lunes la misma medida en aplicación del principio de reciprocidad, algo de lo que avisó horas antes el canciller hondureño, Enrique Reina.
El titular de Exteriores de Honduras comentó que San José estaba preocupado por el incremento de la la criminalidad y el narcotráfico en su territorio, lo que presumen que podría deberse a la presencia "de algunos sicarios y grupos criminales ligados a hondureños en Costa Rica".
Reina aseguró que habían ofrecido a Costa Rica "trabajar de manera conjunta con las autoridades de seguridad y defensa hondureñas para intercambios de información y poder contrarrestar esos temas de criminalidad", por lo que consideró que la medida tomada de forma unilateral era "desproporcionada".
La Secretaría de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional de Honduras ha difundido los requisitos que se aplicarán a partir de ahora a los ciudadanos costarricenses, entre los que se encuentran certificación médica, carné de vacunación, antecedentes policiales, acreditación de medios de subsistencia y constancia de Interpol de no tener denuncia o alerta.