El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha declarado la noche de este miércoles en un mensaje a la nación que cada miembro del movimiento radical palestino Hamás es "un hombre muerto".
Netanyahu volvió a comparar los ataques de Hamás con las prácticas utilizadas por los terroristas del Estado Islámico (EI), al tiempo que anunció formalmente la creación de un Gobierno de Unidad Nacional junto con el líder de la coalición opositora, Benny Gantz.
"Dejamos de lado cualquier otra consideración por los ciudadanos de Israel", remarcó el jefe del Ejecutivo que antes del actual conflicto enfrentaba protestas multitudinarias que se prolongaron durante meses en contra de su reforma judicial.
"Somos un solo bando"
Por su parte, Gantz subrayó que su intervención junto con sus rivales políticos "envía un mensaje claro a los adversarios y ciudadanos israelíes". "Igual que la gente de izquierda y derecha, de la ciudad y del pueblo, sale a luchar, las decisiones del Gobierno también las tomarán personas de distintos bandos. Ahora, todos somos un solo bando: el bando del pueblo de Israel", agregó el líder opositor.
Mientras, el ministro de Defensa de la nación hebrea, Yoav Gallant, tildó la incursión de Hamás del "peor ataque terrorista que ha visto el mundo". "Lo que ocurrió no ha pasado al pueblo judío desde 1945", aseveró. En este contexto, prometió "eliminar" al movimiento islamista palestino. "Hamás, el Daesh [Estado Islámico] de Gaza será borrado de la faz de la tierra", prometió.
Desde el inicio de las hostilidades el sábado pasado con la incursión de Hamás por tierra, mar y aire junto con el lanzamiento de miles de cohetes, más de 2.000 personas de ambos lados han perdido la vida, mientras que más de 7.000 han resultado heridas.
Esta jornada continúa el intercambio de ataques entre las partes. Las Fuerzas de Defensa de Israel han lanzado bombardeos masivos contra la Franja de Gaza, mientras Hamás sigue lanzando ráfagas de cohetes contra ciudades hebreas. Asimismo, las FDI se preparan para iniciar un operativo terrestre a gran escala en Gaza que, según el propio Gallant, podría tardar uno o varios meses.