La Unión Europea se opone a reconocer la independencia de Taiwán y a aumentar las tensiones en la región, aseguró el alto representante del bloque comunitario para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, en un artículo de opinión publicado este viernes en South China Morning Post.
"Nuestra postura es clara: no al reconocimiento de Taiwán como Estado independiente; no a la intimidación, la coacción y la provocación por ninguna de las partes; no al uso de la fuerza", escribió Borrell. Además, abogó por la creación de "lazos bilaterales con Taiwán que no impliquen ningún tipo de reconocimiento político como país independiente" y la solución de "las tensiones mediante un diálogo significativo y abierto".
Asimismo, el alto diplomático destacó que la UE "no pretende frenar el ascenso de China a nivel mundial", sino que "quiere que China se implique más en cuestiones globales como el cambio climático, la sanidad y la reducción de la deuda de los países en desarrollo". "Deseamos cooperar con China en todos los grandes retos mundiales, por lo que cualquier forma de disociación no solo es indeseable, sino imposible", subrayó.
"Una visita importante"
"Europa se toma en serio a China. Espera lo mismo a cambio. A pesar de nuestras diferencias, hay margen para trabajar juntos. De nosotros depende ampliarlo juntos", concluyó el jefe de la diplomacia europea, agregando que el "objetivo" de su visita al país asiático es mejorar las relaciones entre Bruselas y Pekín.
Borrell comunicó este jueves que ha llegado a China para mantener un diálogo estratégico de alto nivel. "Una visita importante para debatir las relaciones de la UE con China y los principales retos regionales y mundiales con autoridades gubernamentales, académicos y representantes empresariales", indicó.