El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, pidió a su homólogo israelí, Isaac Herzog, la apertura de un corredor humanitario entre la Franja de Gaza y Egipto tras los constantes bombardeos masivos de Israel en este territorio.
"Pedí al presidente todas las iniciativas posibles para que no haya escasez de agua, electricidad y medicinas en los hospitales. No es posible que personas inocentes sean víctimas de la locura de quienes quieren la guerra. Hice un llamado para [habilitar] un corredor para que la gente que quiere salir de la Franja de Gaza hacia Egipto tenga seguridad", apuntó.
El Gobierno de Lula envió el jueves un avión presidencial hacia Egipto para rescatar a una veintena de brasileños que pidieron ser retirados de Gaza. El ministro de Exteriores, Mauro Vieira, pidió a su homólogo egipcio, Sameh Shoukry, habilitar un autobús para que los brasileños puedan ingresar en Egipto a través del paso fronterizo con Ráfah.
Reunión de la ONU
El corredor humanitario será el tema principal de la reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) , que se celebrará este viernes. Brasil ocupa la presidencia temporal del Consejo.
Las Fuerzas de Defensa y el Ministerio de Defensa de Israel notificaron poco antes de la medianoche del jueves a la ONU que evacúe a su personal e informe a las personas que viven al norte de Wadi Gaza que deben desplazarse al sur de la Franja de Gaza en un plazo de 24 horas ante una próxima misión terrestre.
Desde la escalada de las hostilidades, más de 338.000 personas de Gaza han sido desplazadas, según los últimos datos proporcionados por la ONU, que denuncia que el enclave palestino está a punto de quedarse sin alimentos, agua, electricidad y suministros básicos debido al asedio impuesto por Israel.
Hamás lanzó el 7 de octubre un ataque a gran escala contra Israel. En respuesta, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, declaró el estado de guerra —por primera vez desde 1973— y comenzó "operaciones militares importantes". Hasta la fecha, al menos 1.500 palestinos y 1.300 israelíes han perdido la vida, mientras que se han contabilizado más de 9.500 heridos entre ambos bandos.