El constante aumento del gasto militar, los planes de incorporar avanzadas armas ofensivas y los ejercicios conjuntos con Estados Unidos y Corea del Sur indican los preparativos de Japón para invadir la península coreana y llevar una guerra de agresión contra Pionyang, informó la agencia estatal norcoreana KCNA.
"Sirven evidentemente para la guerra de agresión los gastos militares, que cada año baten el récord de la historia, la introducción consiguiente de armamentos sofisticados de ataque, tales como portaviones y cazas furtivos de último modelo, y la disposición militar en el cosmos, el espacio cibernético y el campo de ondas electromagnéticas. Además, se libran los ejercicios militares de gran envergadura en el archipiélago japonés y zonas marítimas con el fin de adiestrar y completar la capacidad de ataque", reza el comunicado.
La agencia recordó que en diciembre de 2022, Japón aprobó una nueva estrategia de seguridad nacional que posibilita ataques al territorio del enemigo potencial y estipula casi la duplicación del gasto militar, hasta el 2 % del PIB.
Para concretar sus ambiciones militares, se señala, Japón "interviene en los asuntos internos de otros países sumándose a la estrategia hegemónica de Estados Unidos" y "busca disputas con los países vecinos pretextando el derecho a la posesión o la seguridad marítima".
El acuerdo tripartito alcanzado por Washington, Tokio y Seúl en agosto para realizar ejercicios militares anualmente es considerado por Pionyang como "justificación legítima" para practicar la reinvasión de la península coreana, que sería dominada por las Fuerzas de Autodefensa de Japón en tiempo de emergencia.
KCNA advierte que las "acciones arrogantes" de Tokio generarán "nuevos desafíos a la seguridad y agravarán las tensiones de la península coreana y la región".
Pionyang resalta que sus Fuerzas Armadas tienen la "importante misión de defender la paz y estabilidad" de la península y de la región, y "siguen con atención cada movimiento de Japón, enemigo jurado del pueblo coreano, que olvidadizo de la historia de su derrota bélica, quiere volver a izar la bandera criminal sobre el territorio coreano acechando de generación en generación la oportunidad de ocuparlo".
La semana pasada, los tres aliados, calificados por Corea del Norte como "una OTAN asiática", realizaron sus primeros ejercicios navales conjuntos en siete años, destinados a "reforzar la respuesta trilateral contra las amenazas norcoreanas", entre otros objetivos.