Este martes, las delegaciones del Gobierno de Venezuela y de la Plataforma Unitaria, bloque que agrupa a un sector de la oposición, retomaron el proceso de diálogo en Bridgetown, capital de Barbados, con la firma de dos acuerdos parciales, uno relativo a la promoción de derechos políticos y garantías electorales y otro relacionado con la defensa de los intereses nacionales.
En el acuerdo de garantías electorales consagra el derecho a cada una de las partes de elegir libremente a sus candidatos, sin otros límites que los que imponen la Constitución y las leyes locales, además de compromisos relacionados con los comicios presidenciales, que se realizarán en el segundo semestre de 2024.
A estos efectos, convinieron en trabajar junto al Consejo Nacional Electoral (CNE) para actualizar el registro electoral (RE) a través de jornadas especiales con la participación de testigos y delegados de todas las organizaciones políticas, a lo que se sumaría un plan masivo de cedulación, la inclusión de electores residentes en el extranjero y la depuración del RE.
Adicionalmente, se realizarán todas las auditorías contempladas dentro el sistema electoral venezolano y cursar invitaciones a misiones de observación internacional, en una lista que incluye a las Naciones Unidas, la Unión Europea, el Centro Carter y la Unión Africana, sin menoscabo de la presencia de otros actores y sin más limitaciones que las consagradas en el marco jurídico vigente.
Del mismo modo, el acuerdo contempla que los dos bloques respetarán la labor del CNE y reconocerán los resultados de las elecciones de 2024, al tiempo que convendrán en mecanismos de financiamiento justos y transparentes.
En la misma línea, tanto el Gobierno como la Plataforma Unitaria deberán promover un discurso público favorable al desarrollo de un proceso electoral tranquilo y pacífico, sin injerencias extranjeras y estarán obligados a rechazar cualquier forma de violencia, así como a respetar las normas fijadas por las autoridades electorales para la campaña, que de antemano incluyen el equilibrio en los medios públicos y privados y redes sociales, amén del acceso equitativo de todos los candidatos a estos espacios.
Se indicó asimismo que las condiciones suscritas en Barbados regirán para los venideros comicios previstos en el cronograma constitucional de elecciones, con la posibilidad de que se amplíen en virtud de acuerdos futuros.
Primer paso
Al hacerse públicos los acuerdos parciales rubricados en Bridgetown, el presidente Nicolás Maduro calificó el evento como "el primer paso para el levantamiento pleno de todas las sanciones", además de "la recuperación progresiva del bienestar social, el crecimiento económico, la consolidación de la paz y la democracia", según se lee en un mensaje que escribió en su cuenta de X.
Del mismo modo, el mandatario resaltó que todos estos avances se han producido "en el marco de la soberanía plena y la independencia nacional".
Regreso a la ruta electoral
Jorge Rodríguez, jefe de la delegación gubernamental, celebró ampliamente los compromisos, pues en su criterio, representan el regreso de los sectores radicales de la oposición a la senda electoral y constitucional.
"Felicito a todos los delegados de la Plataforma Unitaria, que hoy asumen de manera valiente todos los elementos relacionados con las garantías electorales que proporcionan la Constitución, las leyes y el sistema electoral de Venezuela", sostuvo Rodríguez ante los medios.
El funcionario resaltó que tras este proceso de negociación, el país irá a elecciones y todas las partes reconocerán los resultados.
Empero, insistió en que las dos delegaciones están de acuerdo en que estos esfuerzos se deben traducir en el levantamiento de las medidas coercitivas unilaterales que pesan sobre la nación suramericana, en aras de recuperar el Estado de bienestar del que otrora gozaron los venezolanos.
El acuerdo que no se leyó
En su comparecencia ante los medios, Rodríguez leyó el segundo acuerdo parcial, relativo a los intereses nacionales, que no fue leído durante el acto central por lo que, dijo, habría sido un "error de los organizadores".
En particular, los representantes de los dos sectores políticos ratificaron "los derechos históricos e inalienables" de Venezuela sobre el Esequibo y defender la vigencia del Acuerdo de Ginebra de 1966, en tanto único instrumento válido "para alcanzar un acuerdo práctico y mutuamente satisfactorio" respecto al diferendo territorial que enfrenta a Caracas y Georgetown.
Además convinieron en rechazar las acciones acciones unilaterales de Guyana relacionadas al otorgamiento de licencias de explotación petrolífera en aguas no delimitadas e incluso en algunos segmentos que claramente pertenecen a Venezuela, pues son la extensión natural de su territorio continental.
Finalmente, el documento compromete a los sectores políticos a defender tanto a la refinadora Citgo Petroleum como al resto de activos venezolanos confiscados en el extranjero.
Reinicio ansiado
La víspera, la Embajada de Noruega en México publicó en su cuenta en la plataforma X que ambos equipos negociadores habían decidido reanudar los acercamientos, según lo previsto en el Memorando de Entendimiento suscrito en la Ciudad de México el 13 de agosto de 2021.
De su parte, el canciller de Colombia, Álvaro Leyva, informó este martes en su cuenta en la plataforma X que ya se encontraba en ese país caribeño y adelantó que estaba "siendo testigo de la culminación del acuerdo político entre venezolanos gobierno-oposición para adelantar elecciones libres".
Sobre este nuevo ciclo de conversaciones, el portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Matthew Miller, escribió en sus redes que la reanudación de las negociaciones era "un paso importante hacia elecciones presidenciales competitivas en 2024".
El pasado lunes, Maduro alertó que había comenzado una "operación de manipulación" basada en "especulación y mentiras" sobre el diálogo, al referirse a las informaciones filtradas en medios estadounidenses en víspera del encuentro.
Mientras, la estatal Venezolana de Televisión refirió en su cuenta de X que entre los puntos a debatir este martes estarían el levantamiento de las sanciones y la liberación de los activos del Estado venezolano confiscados en el extranjero, así como un acuerdo conjunto sobre el Esequibo.
Los intentos fallidos
En el memorando de 2021 se había acordado que hubiera garantías electorales para todos, levantamiento de las sanciones, convivencia política y social, protección de la economía nacional y respeto por la Constitución.
En esa ronda de negociaciones fungía como facilitador el Reino de Noruega y participaban como acompañantes Países Bajos, Rusia y un grupo de naciones amigas.
Sin embargo, los acercamientos quedaron en suspenso desde inicios de este año, luego de que EE.UU. impidiera la liberación de 3.200 millones de dólares del Estado venezolano que, de conformidad con un acuerdo suscrito en noviembre de 2022, serían empleados para proyectos sociales gestionados a través de agencias de las Naciones Unidas.
Este intento de diálogo había estado precedido por otro en 2019, que tampoco llegó a buen término, y que tuvo como escenarios las ciudades de Bridgetown (Barbados) y Oslo (Noruega).
En esa oportunidad, el equipo opositor decidió abandonar el proceso, aduciendo que el Ejecutivo había "bloqueado una salida pacífica" y que se negaba a "discutir y acordar una propuesta sensata", días después de que circularan unas imágenes del entonces diputado opositor Juan Guaidó con integrantes del grupo narcoparamilitar colombiano 'Los Rastrojos'.
Por esas mismas fechas, John Bolton, quien se desempeñaba como asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca en el mandato de Donald Trump, decretó el fin de los intercambios, al asegurar que había concluido el tiempo del diálogo y que era el tiempo "para la acción".
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