El Gobierno de Venezuela expresó su "más enérgica condena" al bombardeo de las Fuerzas de Defensa de Israel sobre el Hospital Al-Ahli, en la Franja de Gaza, que causó el deceso de varios cientos de personas, incluidos niños y ancianos.
En un comunicado difundido por la Cancillería, se calificó la acción como un "acto inhumano e injustificable, que se suma a la larga lista de crímenes cometidos en los últimos días contra la población civil en Gaza", consistente con "la política de 'apartheid', agresión y exterminio que el Estado de Israel ha venido perpetrando contra el pueblo palestino".
Del mismo modo, Caracas instó a los Estados miembros de las Naciones Unidas y a todos los organismos multilaterales a "exigir el cese al fuego" y convocar con urgencia "una Conferencia Mundial para restablecer los derechos del pueblo palestino y determinar las responsabilidades de estos crímenes contra la humanidad".