La postura de doble rasero de Washington en su apoyo incondicional a Israel mientras ese país está bombardeando al pueblo palestino en Gaza, hace que la retórica de EE.UU. y sus aliados occidentales en torno a Ucrania luzca hipócrita, han dicho a Financial Times más de una docena de funcionarios y diplomáticos occidentales.
"Definitivamente, hemos perdido la batalla en el Sur Global", dijo al medio un alto diplomático del G7. "Se ha perdido todo el trabajo que hemos hecho con el Sur Global [con respecto a Ucrania]", añadió. "Nunca más nos escucharán", opinó.
El trato que EE.UU. le proporciona a Israel —a pesar de las miles de víctimas palestinas y las incursiones aéreas israelíes que impactan contra instalaciones civiles, incluidas las de la ONU— choca con la retórica occidental que trata de describir la operación especial militar rusa en Ucrania como una "agresión".
"Lo que dijimos sobre Ucrania tiene que aplicarse a Gaza. De lo contrario perderemos toda nuestra credibilidad", añadió el funcionario. "Los brasileños, los sudafricanos, los indonesios: ¿por qué deberían creer lo que decimos sobre los derechos humanos?", se preguntó el funcionario.
Este 19 de octubre, el presidente de EE.UU., Joe Biden, dirigió un discurso a la nación en el que afirmó que la guerra entre Israel y Hamás y el conflicto en Ucrania "pueden parecer lejanos", pero sí que le importan a Washington, ya que "es vital para la seguridad nacional de Estados Unidos".
"Mañana enviaré al Congreso una solicitud presupuestaria urgente para financiar las necesidades de seguridad nacional de Estados Unidos y apoyar a nuestros socios críticos, incluidos Israel y Ucrania", declaró Biden.
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