Tras el fin del conflicto entre Israel y el movimiento Hamás, Tel Aviv tiene la intención de crear "una nueva realidad de seguridad" cortando todos los suministros a la Franja de Gaza y prohibiendo que los habitantes del enclave entren en territorio israelí, anunció este viernes el ministro de Defensa del país, Yoav Gallant.
Según dijo durante una intervención en una reunión de la Comisión de Asuntos Exteriores y Defensa de la Knesset, la campaña militar israelí se dividirá en tres fases:
- Bombardeos aéreos y operaciones terrestres para "destruir a los militantes y dañar infraestructuras para derrotar y acabar con Hamás"
- Combates en la Franja de Gaza, aunque de menor intensidad, para "eliminar los focos de resistencia"
- Creación de "un nuevo régimen de seguridad en Gaza, eliminación de la responsabilidad de Israel sobre la vida cotidiana en el enclave y creación de una nueva realidad de seguridad para los ciudadanos israelíes".
Aunque Israel se retiró de Gaza en 2005 como parte del Plan de Desconexión, según el cual debía ser eliminada toda presencia permanente civil israelí de la zona, siguió suministrando al enclave algo de electricidad y permitió la entrada de un número limitado de gazatíes para trabajar e importar algunas mercancías.
"Israel no formará parte de la solución en cuanto a dar trabajo [a los gazatíes]", dijo un funcionario israelí citado por Financial Times. Añadió que no se reabrirán los pasos fronterizos de Gaza a Israel que funcionaban antes de la escalada del conflicto. "Eso se acabó", afirmó.
Además, según el ministro de Agricultura israelí, Avi Dichterotro, las autoridades están considerando la posibilidad de crear una zona colchón en la Franja de Gaza para impedir que sus residentes se acerquen a la frontera.