Bloomberg: Alemania sigue comerciando gas natural licuado ruso

La ruptura del contrato por parte de Berlín podría costar miles de millones de dólares.

Alemania sigue comerciando el gas natural licuado (GNL) ruso pese a su promesa de cortar los lazos energéticos con Moscú tras el inicio del operativo militar en Ucrania, informa Bloomberg

Desde la agencia precisan que el país europeo se ve obligado a hacerlo, dado que una posible ruptura del contrato por parte de la empresa nacionalizada SEFE GmbH, exsucursal alemana del gigante ruso Gazprom, podría costar miles de millones de dólares y eso crea "un dilema" para Berlín.

Aunque las cargas en cuestión tienen como destino la India y no están sujetas a las sanciones internacionales, este contrato de SEFE, que existía antes de la nacionalización de la empresa, ya ha provocado "duras críticas". 

Fuentes anónimas de Bloomberg señalaron que una violación del contrato vigente costaría a los contribuyentes alemanes al menos 10.600 millones de dólares, lo que superaría "significativamente" los fondos de rescate que el Ejecutivo alemán desembolsó el año pasado como parte de su plan para minimizar los efectos de la crisis energética. 

Dicha cifra representa una estimación preliminar en caso de que Rusia lograra demandar con éxito a SEFE en una corte de arbitraje internacional. Por lo tanto, es poco probable que la empresa alemana se atreva a violar las estipulaciones contractuales, indicaron los informantes. 

El contrato de SEFE, que no necesariamente implica enviar el gas ruso a Alemania o cualquier otro país de la Unión Europea, fue firmado en 2018 y estipula suministros de GNL de las instalaciones de Gazprom en la península de Yamal en Siberia. A nivel de precios de mercado actuales, el acuerdo está valorado en unos 2.115 millones de dólares anuales, según los cálculos de Bloomberg. 

Bajo el contrato, SEFE tiene que pagar por el GNL ruso independientemente de si toma posesión de las cargas. Asimismo, si el comerciante no carga el gas en Yamal, Rusia aún puede vender los cargamentos en otros lugares, indicaron las fuentes. Eso significa que Moscú podría ganar dinero dos veces: primero de la venta y, en caso de materializarse, de posibles multas si SEFE rompe el contrato.