El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, lamentó este martes la matanza de 13 policías tras una emboscada en el estado de Guerrero, al tiempo que informó que 300 miembros de la Guardia Nacional se encuentran en la zona donde ocurrieron los asesinatos.
En su acostumbrada conferencia de prensa, el mandatario afirmó que el Ejecutivo se encuentra atendiendo el caso tras la acción armada que acabó con la vida de trece agentes de la Policía, entre ellos, el secretario de Seguridad Pública Municipal de la ciudad de Coyuca de Benítez, Alfredo Alonso López, y el director de la Policía Preventiva, Honorio Salinas Garay.
El ataque fue perpetrado por un grupo criminal que interceptó la caravana de vehículos que escoltaban a las autoridades policiales por la carretera federal Acapulco-Zihuatanejo. Además, se reportaron dos heridos y cuatro uniformados desaparecidos.
"Envío un abrazo sincero y cariñoso a los familiares de los policías", aseveró el mandatario.
"Duele mucho cuando pierde la vida un ser humano, sea un policía que cumple con su responsabilidad o cualquier persona", expresó el López Obrador, quien reiteró que los elementos de la Guardia Nacional atienden la situación en la zona.
Hasta el momento, la Fiscalía General de Guerrero abrió una carpeta de investigación para determinar quiénes son los presuntos responsables de los delitos de homicidio calificado por arma de fuego, "en agravio de trece personas", y de "homicidio en grado de tentativa en agravio de dos personas que resultaron lesionadas".