El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha declarado este miércoles en un discurso televisado que todos tendrán que rendir cuentas —él incluido— por los fracasos militares y de inteligencia que hicieron posible la irrupción en territorio del país de combatientes de Hamás el pasado 7 de octubre y que todos los responsables serán investigados "hasta el fondo".
"Todos tendrán que dar respuestas sobre la debacle —incluido yo—, pero todo esto ocurrirá solo después de la guerra", afirmó. "El 7 de octubre es un día negro de nuestra historia. Llegaremos hasta el fondo de lo que ocurrió en la frontera sur y en la zona de Gaza", aseveró.
Mientras tanto, Israel debe ganar la lucha por su existencia, agregó Netanyahu, quien prometió el pronto inicio de una operación terrestre en la Franja de Gaza para erradicar a Hamás y liberar a los rehenes retenidos por el grupo.
"Soy responsable de garantizar el futuro del país, y ahora mismo mi trabajo es conducir al Estado de Israel y su pueblo a una victoria aplastante sobre nuestros enemigos. Ahora es el momento de unir fuerzas para un objetivo: avanzar hacia la victoria", subrayó el mandatario.
En las últimas semanas, una serie de altos funcionarios israelíes han emitido declaraciones asumiendo la responsabilidad por los fracasos que hicieron posible el ataque de Hamás desde Gaza, pero Netanyahu hasta ahora se negaba a seguir su ejemplo y no respondió a las preguntas de la prensa ni concedió entrevistas desde el inicio de la guerra.