El Gobierno ecuatoriano anunció este jueves la entrada en vigor de un plan de racionamiento eléctrico para evitar "el colapso" del sistema, que ha visto mermadas sus capacidades de suministro por la intensa sequía que afecta tanto al país como a su vecina Colombia, fuente tradicional de sus importaciones en este rubro.
El ministro de Energía, Fernando Santos, informó que la interrupción en el servicio "se realizará acorde la planificación de las empresas eléctricas", que serán las encargadas de informar a sus suscriptores.
Adelantó que la suspensión del servicio, que se estima será puntual y temporal, se implementará por cuatro horas diarias en la Región Sierra y en la Amazonía, y de tres horas en la Costa, en el horario de entre las 07:00 y las 18:00. Descartó cortes de electricidad en la noche o madrugada, debido a la ola de inseguridad que también afecta al país.
Según el funcionario, el Ejecutivo lanzó "un proceso licitatorio para incorporar energía eléctrica adicional para el Sistema Nacional Interconectado" y estudia mecanismos adicionales para cubrir el déficit.
De su parte, el director del Operador Nacional de Electricidad (Cenace), Gabriel Argüello, recalcó que el plan para mitigar la baja oferta se definió "en conjunto" con las empresas que administran el servicio e instó a la ciudadanía a "ahorrar energía".
Crisis agudizada
El pasado 5 de octubre se produjo un apagón que afectó a varias provincias de la nación andina, que la Administración del presidente Guillermo Lasso atribuyó a un crecimiento "inusitado de la demanda" en razón de las altas temperaturas registradas.
El ministro Santos descartó entonces que se tratara de "problemas de suministro" porque Bogotá seguía vendiendo a Quito 400 megavatios, aunque dos días antes había informado que se producirían cortes de energía programados por "una disminución temporal de la transferencia de potencia desde Colombia, por un mantenimiento en su infraestructura eléctrica".
Empero, tras el corte masivo, el ministro admitió que su país dependería de la energía eléctrica que le compraba a Colombia hasta tanto no reparara unas "plantas termoeléctricas antiguas" y fijó como fecha límite para las reparaciones el venidero mes de noviembre. "Así es que estas ocho semanas que faltan, sí rogaríamos a los amigos colombianos", agregó.
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