La misión de la ONU encargada de prestar asistencia a los refugiados palestinos en la Franja de Gaza podría suspender gran parte de sus actividades en cuestión de horas por falta de combustible.
Tamara el-Rifae, portavoz de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA, por sus siglas en inglés), dijo a los periodistas de The Independent que esa entidad podría dejar de prestar su apoyo, crítico para muchos aspectos de la vida en el enclave palestino, a menos que el combustible llegue urgentemente.
"Debe haber una manera de conseguir el combustible. De lo contrario, todo puede detenerse mañana, o tendremos que tomar decisiones extremadamente difíciles", advirtió. A continuación precisó que se trata de "decidir si enviar [lo que quede de] combustible a los generadores de los hospitales, o a las panaderías para hacer pan para la subsistencia de las personas, a los camiones para entregar ayuda o a las plantas desalinizadoras, para extraer agua potable a fin de que la gente no se vea obligada a beber agua contaminada".
Las autoridades de Israel prohibieron el ingreso de gasolina u otros hidrocarburos al enclave palestino tras el comienzo de las hostilidades, el 7 de octubre. El asesor principal del primer ministro Benjamín Netanyahu, Mark Regev, afirmó el lunes pasado que su Gobierno no autorizará el suministro de combustible a la Franja de Gaza, incluso en caso de que Hamás libere a todos los rehenes. "Por el momento, no tenemos interés en que vaya más combustible a la maquinaria militar de Hamás", alegó el funcionario.
Un comunicado de la UNRWA recalcó este jueves la necesidad urgente de obtener combustible "para mantener operaciones humanitarias vitales". "Las existencias actuales están casi agotadas, lo que obliga a suspender los servicios que salvan vidas", denunció la organización. "Esto incluye el suministro de agua corriente, así como el combustible para el sector sanitario, panaderías y generadores".
Esta misión internacional especializada en la ayuda a refugiados cuenta en toda la Franja con 150 instalaciones que se usan como refugios, aunque parte de ellas ha sido dañada por los bombardeos israelíes. Además, informa que 39 miembros de su personal han resultado muertos desde el 7 de octubre.
Por su parte, la ministra de Salud de Palestina, Mai al Kaila, dijo el miércoles que el sistema sanitario de la Franja de Gaza "ha colapsado por completo", debido a la escasez de medicamentos esenciales y suministros médicos en general.
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