Paleontólogos de la Academia de Ciencias de China y del Museo Nacional de Historia Natural de Francia desenterraron fósiles muy conservados de dos desconocidas especies de lampreas, de 160 millones de años de antigüedad, según publicaron este martes en Nature Communications. Los fósiles de estos peces fueron encontrados en un yacimiento del período Jurásico y perteneciente a la biota terrestre de Yanliao, en la norteña provincia china de Liaoning.
Insólitamente grandes
Los investigadores determinaron que las especies halladas, hasta ahora desconocidas, habían evolucionado sustancialmente para convertirse en monstruos que crecieron hasta más 10 veces con respecto a sus primeros antepasados, de 360 millones de años. Los representantes primigenios del linaje de las lampreas del Paleozoico apenas medían unos pocos centímetros de largo. En contraste, la más grande de las especies recién descubiertas, Yanliaomyzon occisor, mide alrededor de 64 centímetros, y los especímenes actuales de este grupo pueden crecer hasta un metro de largo.
Hábitos carnívoros
Las lampreas son criaturas marinas que, junto con los mixinos, forman los grupos actuales de vertebrados sin mandíbulas. "Las lampreas tienen un gran peso en el estudio de la evolución de los vertebrados. Se caracterizan por su peculiar comportamiento alimentario, al chupar sangre o cortar tejidos de los huéspedes o presas a los que se adhieren firmemente a través de su ventosa oral dentada", escribieron los autores del estudio.
Los investigadores señalaron que, en el Jurásico, las lampreas tenían mejores formas de alimentarse, cuerpos más grandes y eran depredadores. Según explicaron, estas especies recién descubiertas presentan las "estructuras de mordida" más fuertes de todas las lampreas fósiles conocidas, un fuerte indicio de una alimentación carnívora.
Debido a que en el tracto intestinal de ambas especies se conservaron restos esqueléticos de peces óseos no identificados, el equipo científico consideró que estos fósiles constituyen "los registros más antiguos de su grupo, con un modo de alimentación claramente específico".
"No ha habido ningún otro fósil de lamprea de la era de los dinosaurios que conserve tan claramente su aterrador aparato bucal", explicó a National Geographic el paleontólogo Tetsuto Miyashita, del Museo Canadiense de la Naturaleza, quien no participó en este estudio.
Un origen insospechado
Según los autores, las estructuras y hábitos de alimentación de las lampreas cambiaron drásticamente desde su temprano origen en el periodo Devónico, por lo que estos fósiles cierran algunas brechas evolutivas, además de cambiar lo que se pensaba sobre el origen de las lampreas vivas. "Al contrario de esfuerzos anteriores", escriben en su artículo, "nuestro estudio apunta al hemisferio sur como la fuente biogeográfica de las lampreas modernas".
Los nuevos fósiles son un "material fascinante", señala el paleontólogo Michael Coates, de la Universidad de Chicago, que tampoco participó en el estudio. Agregó que proporcionan una gran cantidad de nueva información sobre un grupo de animales antiguos a los que se conoce principalmente a partir de unas pocas partes bucales aisladas. "El registro fósil de lamprea, en comparación con los de otros grupos de vertebrados, debe estar entre los menos completos", aseveró.