El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, denunció que sus antecesores Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón pretenden sacar rédito político de la tragedia que padece la ciudad de Acapulco, arrasada por el paso del huracán Otis.
"Es un error de nuestros opositores querer utilizar la tragedia con fines políticos electorales", advirtió este viernes en una conferencia de prensa en la que consideró que lo único que dejan en claro los exmandatarios son las grandes diferencias que tiene con respecto a sus proyectos de nación.
"Declaran Fox, Zedillo y Calderón (contra el Gobierno), y todo es entendible porque somos distintos. Ellos defendieron un modelo neoliberal que consistió en beneficiar a los de arriba a costa del sufrimiento de la mayoría del pueblo de México. Nosotros pensamos que por el bien de todos, primero los pobres", afirmó.
La semana pasada, el huracán Otis provocó una de las mayores tragedias ocurridas en México, ya que destruyó por completo Acapulco y dejó pérdidas multimillonarias y un saldo provisional de 46 muertos y 56 desaparecidos.
Desde el primer día han sido recurrentes las críticas de Fox y Calderón hacia la reacción del Gobierno, e incluso han insultado directamente a López Obrador.
Zedillo, por su parte, se sumó a los críticas hacia López Obrador durante un foro realizado en EE.UU. en el que aseguró que México necesita un presidente que no use discursos demagógicos, no divida a la sociedad y no culpe de los problemas a sus antecesores o a gobiernos extranjeros.
Memoria
En respuesta, López Obrador afirmó que, como se acercan las elecciones generales de 2024, los expresidentes quisieran que regresara el modelo neoliberal, corrupto y plagado de privilegios que ellos encabezaron.
"Apenas terminó Zedillo de presidente y se fue a trabajar con una empresa extranjera a la que él le entregó los ferrocarriles nacionales que había privatizado. Lo mismo cuando la crisis (económica) de 1994 y 1995, en vez de rescatar a los de abajo, rescató a los de arriba: banqueros y traficantes de influencia, y convirtió la deuda privada en deuda pública", señaló.
Lo mismo ocurrió con Calderón, recordó, quien privatizó la industria eléctrica y cuando terminó su Gobierno se fue a trabajar con una de las principales empresas que había beneficiado, la española Iberdrola.
"Son dos proyectos distintos, está bien, lo único que no es válido moral, éticamente es que se utilice una tragedia como la de Acapulco con propósitos electorales para atacar al Gobierno, queriendo manipular a la población, no es que les preocupe la situación de los damnificados de Acapulco, sino que tienen problemas con nosotros", aseguró.
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