El palestino medio de Gaza vive con dos rebanadas de pan árabe al día, elaborado con harina conservada en la región por las Naciones Unidas, mientras que la catastrófica falta de agua sigue siendo un grave problema. Así lo declaró el viernes Thomas White, director de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), citado por AP.
"Ahora la gente no solo busca pan. Está buscando agua", afirmó. La UNRWA está apoyando a unas 89 panaderías en toda Gaza, con el objetivo de proporcionar pan a 1,7 millones de personas, dijo White.
Mientras tanto, la coordinadora adjunta de la ONU para Oriente Medio, Lynn Hastings, que también es coordinadora humanitaria en los territorios palestinos, dijo que solo funciona una de las tres líneas de agua procedentes de Israel. "Muchas personas dependen de aguas subterráneas salobres o salinas, si es que las hay", afirmó.
Además, la escasez de combustible ha provocado que los generadores de reserva necesarios para abastecer hospitales, plantas desalinizadoras, instalaciones de producción de alimentos y otros servicios esenciales "dejen de funcionar uno a uno", declaró Hastings.
Una vez que se agote el combustible, las aguas residuales, que ahora se bombean al mar en lugar de ser tratadas, se verterán en las calles, advirtió White. También se está agotando el gas necesario para cocinar y que antes hacía llegar al enclave el sector privado. La UNRWA "no podrá intervenir y reproducir la red de distribución del sector privado para este producto esencial", dijo.
Ya no hay adonde huir
Según White, toda la zona del enclave es un "escenario de muerte y destrucción" donde no hay ni un solo lugar seguro.
A su vez, Riyad Mansour, embajador palestino en la ONU, señaló que "casi el 50% de las estructuras de la Franja de Gaza" han sido destruidas por Israel y que la situación es "insondable e indescriptible".
Unas 600.000 personas están refugiadas actualmente en 149 instalaciones de la UNRWA, pero la agencia ya ha perdido el contacto con muchas de ellas en el norte, donde Israel está llevando a cabo intensas operaciones terrestres y aéreas, precisó White.
Unos 4.000 desplazados en Gaza viven en escuelas en condiciones sanitarias "desesperadas", con mujeres y niños durmiendo en las aulas y hombres durmiendo a la intemperie.
El jefe de asuntos humanitarios de la ONU, Martin Griffiths, dijo que 72 miembros del personal de la UNRWA han muerto ya desde el 7 de octubre, lo que, según él, es la cifra más alta de personal de la ONU muerto en un conflicto.
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