Aviones israelíes bombardearon a última hora de este sábado el campo de refugiados de Al-Maghazi, en el centro de la Franja de Gaza, matando al menos a 51 civiles e hiriendo a decenas. La mayoría de las víctimas son niños y mujeres, informa la agencia WAFA.
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Además, de acuerdo con corresponsales del medio, Israel llevó a cabo ataques aéreos contra los barrios occidentales y del norte de Gaza, utilizando municiones de fósforo blanco, aunque el derecho internacional humanitario prohíbe disparar tales municiones contra zonas civiles pobladas, infraestructuras civiles, ni cerca de ellas.
Previamente esta semana, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) atacaron el campo de refugiados de Jabalia. El ataque provocó el derrumbe de varios edificios y, según diversas estimaciones, costó la vida de entre 50 y 100 personas y dejó varios centenares de heridos. Un día después se produjo un nuevo ataque contra el sitio, que también causó la muerte de decenas de civiles.
El movimiento palestino Hamás afirmó que en los dos ataques israelíes contra Jabalia fueron asesinados al menos 195 palestinos. Añadió que unas 120 personas siguen desaparecidas bajo los escombros, y que al menos 777 resultaron heridas.
Asimismo, las tropas israelíes bombardearon este viernes una escuela situada en el norte del enclave palestino y perteneciente a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), que alberga a miles de palestinos desplazados. El dejó más de 20 muertos y decenas de heridos palestinos.