La presidenta de Perú, Dina Boluarte, juramentó este martes a Javier González-Olaechea como nuevo canciller de la República, en reemplazo de Ana Cecilia Gervasi, quien dimitió tras la frustrada reunión bilateral de la mandataria y su par de EE.UU., Joe Biden.
El lunes casi dos horas después de que el titular del Consejo de Ministros, Alberto Otárola, confirmara la renuncia de Gervasi, se reunió con González-Olaechea durante 60 minutos.
Polémica figura
González-Olaechea, quien es internacionalista, es un férreo crítico de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y en su momento defendió la teoría de que detrás de las protestas contra Boluarte hubo "terroristas".
En un artículo de opinión, publicado en mayo, tildó el informe de la CIDH como "un recuento selectivo e impregnado de apreciaciones políticas". Sin embargo, se trata de un documento que constata la violación de derechos humanos en la represión de manifestaciones.
"La hermandad de la CIDH abortó la oportunidad de ser honesta y veraz, demostrando cuán inútil y tendenciosa puede llegar a ser", escribió en ese momento el nuevo ministro de Relaciones Exteriores peruano.
Sumado a esto, periodistas peruanos han reseñado que González-Olaechea eliminó su cuenta en la red social X.
El perfil necesario
Este martes, el exembajador de Perú Hugo de Zela opinó que el sucesor de Gervasi debe tener "peso y voz propia", y que "no llegue a aprender" las tareas de la Cancillería.
De Zela apuntó a la emisora RPP que en el gabinete de Otárola hay ministros "con una trayectoria no tan larga en muchos casos". Por lo tanto, abogó por alguien que no apueste por "improvisar".
El lunes también renunció el embajador de Perú en EE.UU., Gustavo Meza Cuadra, y sobre esto el diplomático lo calificó como "positivo". "Es una práctica cívica que es conveniente para el país", añadió De Zela.
"Ha terminado pagando los platos rotos", aseveró en cambio otro exembajador, el diplomático Harold Forsyth, sobre Meza Cuadra.
Entrevistado por Exitosa, Forsyth calificó como "grave desmanejo" la labor de casi un año de Gervasi. "Carecía de las condiciones mínimas indispensables para ejercer el cargo que, para empezar, requiere formas, la diplomacia es eso, en la diplomacia la forma es fondo", dijo.