Los recientes ataques ucranianos contra Donetsk son una violación al derecho internacional, declaró el martes el representante permanente de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia.
En su discurso ante el Consejo de Seguridad de la organización, el diplomático señaló que, desde febrero de 2022, la República Popular de Donetsk ha sido bombardeada por las fuerzas ucranianas más de 25.000 veces y 145.000 proyectiles han caído en su territorio.
Nebenzia destacó que los ataques del 7 de noviembre contra zonas densamente pobladas de Donetsk "son una nueva prueba de las acciones deliberadas del régimen de Kiev para destruir a la población civil de Donbass".
Según él, Ucrania atacó objetos civiles en el centro de la ciudad tres veces durante el día, disparando cohetes de los sistemas HIMARS y Uragán.
Nebenzia recalcó que "la práctica terrorista de atacar repetidamente el mismo lugar está firmemente arraigada en el arsenal de las Fuerzas Armadas ucranianas".
"Sabiendo muy bien que los servicios operativos (socorristas, médicos, Policía) y los periodistas llegarán pronto a los lugares de los bombardeos, las Fuerzas Armadas ucranianas lanzan repetidos ataques mientras están trabajando, impidiendo la evacuación de los heridos y muertos e impidiendo también que el personal del Ministerio de Emergencias se dedique plenamente a la eliminación de las consecuencias de los bombardeos", denunció.
El diplomático lamentó que en el atentado del 7 de noviembre murieran 6 personas y 55 resultaran heridas, entre ellas tres niños. Además, un médico y un agente de ambulancias que llegaron al lugar fallecieron, así como un agente de la Policía de tráfico. Asimismo, resultaron heridos 23 socorristas del Ministerio de Emergencias.
"Las Fuerzas Armadas ucranianas son alumnos aplicados de sus maestros"
"Dado que la mayoría de estos ataques se llevan a cabo con armas occidentales de largo alcance y alta precisión, el mando de las Fuerzas Armadas ucranianas sabía exactamente dónde se estaban llevando a cabo y que los objetivos de los ataques no eran militares, sino objetos y personas civiles. Se trata de crímenes deliberados y cínicos que no prescriben", criticó.
"Llamar a estas tragedias 'daños colaterales' es un trabalenguas solo apto para Washington, acostumbrado a encubrir con este 'término' sus propios crímenes y los de sus aliados en Yugoslavia, Afganistán y Oriente Medio", continuó Nebenzia.
Asimismo, recordó que, durante la guerra de Irak en 2003, EE.UU. convirtió los bombardeos repetidos a zonas en las que realizaban labores de emergencia y otros servicios en parte de su táctica militar. "Como vemos, las Fuerzas Armadas ucranianas son alumnos aplicados de sus maestros", concluyó.